La crisis de Venezuela.- Al igual que el Irak de los últimos días de Sadam Husein, Nicolás Maduro y Venezuela (por cierto Irak y Venezuela son dos potencias petroleras) desbordan las portadas de los medios en el mundo. A las manifestaciones, escasez y presiones internacionales se ha sumado la presencia de dos presidentes. Maduro, que desde el palacio de Miraflores anima seguidores, lanza ofertas de diálogo, y envía propuestas de paz al papa, se mantiene cobijado por los militares. Mientras que Juan Guaidó, líder de la Asamblea Nacional y autoproclamado presidente interino desde hace dos semanas, se la pasa firmando, nombrando embajadores y despachando desde su curul, y sumando cada día (hasta Dominicana ya levantó su mano) más apoyo de países vecinos, y no tan vecinos, como europeos.
Dos presidentes.- Los opositores venezolanos, que han retomado las calles tras una relativa calma, sostienen que el nuevo mandato de 5 años que –con bombo y platillo- asumió Maduro el pasado 10 de enero, carece de legalidad, ya que consideran fraudulentas las elecciones en la que el pupilo de Chávez se reeligió el 20 de mayo de 2018. En esa ocasión los partidos opositores, agrupado en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), no se presentaron en la contienda. Entonces al desconocer a Maduro, por lo ya señalado, la oposición, organismos internacionales y un buen número de naciones, insisten que la presidencia debe recaer sobre el líder de la Asamblea, Guaidó, centro de la renovada crisis que sacude a Venezuela.
La “ayuda”.- Dejando a Guaidó de lado y hablando un poco de la “ayuda” que ya empezó a llegar a Cúcuta, Colombia, próximo a la frontera con Venezuela, y hacia donde se han traslado miles de venezolanos, es bueno señalar que la oposición la justifica al señalar la escasez de alimentos y medicamentos. Mientras que Maduro ha calificado la acción de “show” y teme que sea el preámbulo para una invasión armada al país sudamericano. Y es que el mandatario venezolano tiene bien claro que el término “ayuda” se utilizó muy bien en Irak, Libia, Siria.. y el resultado ha sido guerras, ruinas y desolación. Y ya estos países y sus gente no son noticias de portadas. Maduro y la oposición deben de volver al diálogo.