La paz en Colombia.-  Unánime respaldo han recibidos los aprestos del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, de dialogar con las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC. El génesis de las conversaciones se dio en La Habana, y se pautaron reuniones para  octubre en Oslo, Noruega, donde cada año se entrega el Premio Nobel de la Paz. La iniciativa ha sido saludada por el presidente de EEUU, Barack Obama, la alta representante de la Unión Europea, Catherine Ashton, el secretario general de la  OEA, José Miguel Insulza, y presidentes latinoamericanos como Porfirio Lobo, de Honduras, Dilma Rousseff, de Brasil, Hugo Chávez, de Venezuela, y Danilo Medina, de RD.

Una historia de dolor.-  Las FARC la formaron izquierdistas y campesinos en 1964. Colombia tenía años  ahogada en sangre, pues desde el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán “El Lobo” o “El Badulaque”, como lo llamaba su partido, el 9 de abril de 1948, la violencia entre conservadores y liberales, el famoso “Bogotazo”,  sumergió en un “crujir de dientes” al país. Los muertos y desaparecidos entre 1948 y 1957 se estiman en más de ciento ochenta mil. La sed de justicia incidió en el origen de las FARC. Pero medio siglo después, tras quemar toneladas de municiones, secuestros, derramar sangre hermana, y perder líderes como Manuel Marulanda Vélez, Raúl Reyes, Jorge Briceño y Alfonso Cano, las FARC lucen degastadas, con tres intentos fallidos por lograr  la paz como el iniciado por el presidente  Betancur en  1982.

Gaviria y Pastrana.-  Otro intento por la paz lo hizo César Gaviria en 1991, pero nadie cedió.  Las FARC volverían a negociar en 1999. Esta vez con el presidente Andrés Pastrana, quien despejó un área de 42,000 kilómetros cuadrados (casi la extensión de RD) para dialogar. Los contactos se rompieron en 2002 tras el secuestro por parte de los guerrilleros del senador Jorge Eduardo Gechem. Con nostalgia es de recordar al ya ido periodista colombiano Augusto Obando –quien se aplatanó  en RD- , cuando señalaba lo grandioso de su patria, pero que la atormentaban tres males: las guerrillas, el narco y el paramilitarismo. Ojalá la paz atraque en puerto seguro en manos del presidente Santos.