Telescopio

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Liu Xiaobo y Julian Paul Assange.-  El pasado día 8, el ciudadano chino Liu Xiaobo fue distinguido con el Nobel de la Paz. Al anunciar el ganador, el comité noruego dijo que valoró los más de 20 años que el profesor Xiaobo ha dedicado a defender la libertad, los derechos humanos y la democracia.  El galardonado fue detenido en diciembre de 2008 por su papel en la redacción de la “Carta 08”, manifiesto político que pide profundas reformas políticas en China. Y actualmente Xiaobo, de 54 años, enfrenta una condena de 11 años de cárcel, acusado de “incitar a la subversión”.  Instituidos por el inventor sueco Alfred Bernhard Nobel,  los Nobel de Literatura, Economía, Física y Química se entregan en Suecia, pero el Nobel de la Paz es entregado en el Ayuntamiento de Oslo, Noruega, y busca sembrar o promover algo de paz. Nobel en su testamento sentenció “este premio se otorga a la persona que haya trabajado más o mejor a favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos y la promoción de la paz”. Desde la premiación no han cesado las presiones de Estados Unidos y socios de Europa contra China, y Xiaobo se ha convertido en un héroe. Pero otro personaje, un periodista australiano llamado Julian Paul Assange se ha ido más lejos que Xiaobo: tuvo el arrojo y coraje de colocar en julio pasado en su  portal de  Internet “Wikileaks” más de 90 documentos con descripciones de ataques, bombazos, muertes de niños y civiles por las tropas  de la OTAN en Afganistán. Y no conforme con este paso, Assange, quien reside en  Suecia, la cuna de Alfred Bernhard Nobel, volvió a colocar ayer en internet cerca de  400,000 datos sobre esa “gran matanza llamada guerra de Irak” que lleva a cabo el ejército más poderoso del mundo, y que ha dejado miles de muertes. Pero sorpresa: el gesto de Assange no ha sido tomado en cuenta para premio alguno, y ya antes de la publicación de ayer el Pentágono y la OTAN habían tronado fuerte y con rabia contra el  australiano y Wikileaks, y aumentaron la presión contra Suecia, que amenazó con expulsarlo. Llamar a esto doble rasero sería poco.

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