Ira musulmana.-  Tras la difusión de un video y caricaturas de Mahoma, fundador del Islam, el mundo musulmán arde. Desde el norte de África -el Gran Magreb- hasta Indonesia, el país con más musulmanes, las embajadas estadounidenses, europeas, y  hasta israelíes, han sido cercadas por masas  que expresan su repudio.

El panorama luce oscuro. Y analistas indagan la coincidencia del lanzamiento de  la película y la conmemoración de los ataques del 11 de septiembre, las cercanías de las elecciones de EEUU, y ¿a quién beneficia exacerbar  el fanatismo mahometano? EEUU ya perdió un embajador en Libia. Si es una lucha religiosa, ¿cuántas iglesias y sinagogas han sido quemadas? Aquí hay fanatismo y algo más.

Víctimas del fanatismo.-  Aunque el “Nobel” en fanatismo lo tienen los fundadores de la Inquisición que torturó y mató “magos”, alquimistas, matemáticos, y quien oliera a “herejía” en la Edad Media, los musulmanes no se quedan atrás y han perseguidos y asesinados un sinnúmero de críticos de su fe. En Nigeria, la milicia islámica Boko Haram quema iglesias cristianas con feligreses y pastores dentro.  En Pakistán, Imran Firasat, de 33 años, habló alto del Islam, y no ha tenido paz. En 2004, fue asesinado el cineasta holandés Theo van Gogh tras filmar el cortometraje “Submission” (aparece en Internet) en donde denuncia los vejámenes de las musulmanas. Una cabeza que anhela cortar el Islam es la activista somalí-neerlandesa Ayaan Hirsi Alí, dura critica de esta religión. Y quizás el caso más manoseado es el del escritor indio-británico Salman Rushdie que tras escribir sus “Versos satánicos” ha visto poco  el sol.  Ahora se suma el pastor estadounidense Terry Jones, quien amenazó quemar el Corán.

Mahoma sí, tetas no.-  El tema religioso en RD es espinoso, y no es un secreto la censura y autocensura. Sobre el vídeo y las viñetas de Mahoma en EEUU y Europa, alguien señalaba la doble moral, sobre todo de algunas autoridades europeas, que mientras piden a gritos los dibujos del guía musulmán, objetan las fotos de la princesa Catalina con sus senos al aire. Pero la pregunta obligada es ¿qué se busca con el fuego musulmán? Podría haber más de política que religión.