Telescopio

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En la ONU.-  Todavía anoche desfilaban presidentes y jefes de gobierno en la 67 Asamblea General de la ONU. Y los discursos de Barack Obama, el iraní  Mahmud Ahmadinejad, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, el líder palestino, Mahmoud Abbás, y un tal Mohamed el Magariaf, dizque presidente  de Libia, aún resuenan, quizás, por los calientes temas en que se mueven estos protagonistas.

De Latinoamérica,  habló la brasileña Dilma Rousseff, Cristina Fernández, de Argentina, Evo Morales, de Bolivia, Michel Matelly, de Haití, y Felipe Calderón, de México. El hondureño Porfirio Lobo, Otto Pérez Molina de Guatemala, Juan Manuel Santos de Colombia, y el  presidente de RD, Danilo Medina, entre otros.

La realidad.-  Entre amenazar y citar conflictos internos, los líderes  coinciden en mantener la paz en el mundo. Ardua tarea que recuerda la lista de guerras y conflictos armados que un par de años atrás intentó hacer el “reportero trotamundos” de 20minutos.es, Hernán Zin, quien enumeraba 27 enfrentamientos bélicos en más de 20 países. Zin citaba el caso de Afganistán, de Argelia y Myanmar. Las guerras del Chad, Etiopía y Filipinas. La litis de  Georgia con Osetia del Sur, los conflictos  de India y la guerra de Irak (hoy en ruinas). Así, como el desangre de Israel y los palestinos, y la guerra de Pakistán (hoy en pánico sin saber la próxima boda, funeral o reunión que un avión sin piloto reventará). Otros países bajo “lenguajes bélicos” son Nigeria, la República Centroafricana, Congo y Somalia (este último dividido en parcelas desde la caída de Siad Barre en 1991). La lista de Zin termina con Sudán y Sudán del Sur,  Tailandia, Turquía, Uganda, Yemen, y los amagos de Rusia en Chechenia. Ahora se suman Siria y Libia.

Otras violencias.-  En AL se cita  Honduras, El Salvador y Guatemala, como las naciones con más homicidios del planeta. México libra una guerra con el narco. En el informe de Zin figura el conflicto  que desde 50 años desangra a Colombia, y  que se estima ha dejado más de cinco millones de víctimas. Actualmente, sembrar paz en el mundo luce tarea de titanes, ya que el capital bélico ríe a carcajadas de los “discursitos” de la ONU, mientras señala el país de la próxima guerra.

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