De seguridad nacional para Haití… y RD, también. Con la guadaña en alto, el cólera continúa matando en Haití, y ayer los muertos sumaban 796 y más de 12,000 infectados yacen en los hospitales. Con este cuadro, la Cruz Roja llamó a redoblar las medidas sanitarias, en tanto el director adjunto de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), K. Andrus, comparó el caso de Haití con la epidemia de cólera que asoló a Perú en 1991. En esa fecha se detectaron 650,000 infecciones, murieron más de 4,000 personas y la cepa se coló a 16 países en un período de seis años. Por tales motivos, Andrus estima que la bacteria de Haití podría durar años en ríos y arroyos, y subraya, que los casos de personas infectadas podrían superar los 270,000. Luego de ver estar proyección, las autoridades sanitarias haitianas declararon el cólera problema de seguridad nacional para Haití, y se podría decir que para la República Dominicana también.
Nepal, muy cerca del cielo.- Mientras se trata de aislar la bacteria y se indaga su origen, grupos se lanzan a las calles y señalan a los cascos azules nepaleses como vía de entrada de la cepa a suelo haitiano, ya que su cuartel de Mirebalais, al centro de Haití, vierte sus desechos y heces fecales en una afluente del río Artibonite. A esto se agrega que autoridades médicas de EEUU confirmaron que la cepa de cólera que ataca Haití es de Asia. Por tal razón, la senadora de Plateau Central, Edmonde Suprice Beauzile pidió este viernes que se haga una investigación independiente, es decir, sin intervención de la Minustah, en el cuartel nepalés. ¿Pero de dónde son estos soldados de la ONU? El cuartel de Mirebalais está integrado por hombres de Nepal, es decir, nepaleses. Este país sin salida al mar está en los altos del Himalaya, rodeado al norte por China y al sur por la India. Tiene una extensión territorial de 140,800 kilómetros cuadrados, y cuenta con cerca de 29 millones de habitantes. Su capital es Katmandú. Nepal tiene ocho de las diez cumbres más altas del mundo, incluido el Everest, con 8,848 metros de altura. Escaladores y alpinistas no se han equivocado al calificar esta cima como una especie de balcón del cielo.