Elecciones en Venezuela.- Con grandes mitines y caravanas los venezolanos cerraron el jueves la campaña y mañana elegirán al presidente para los próximos seis años. Y aunque corren diversos candidatos, las grandes movilizaciones se concentraron en el presidente Hugo Chávez Frías, de 58 años, del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que busca su tercera reelección, y Henrique Capriles Randosky, de 40 años, del Partido Primero Justicia, apoyado además por una plataforma de unos 30 partidos y grupos.
Chávez y Capriles.- La República Bolivariana de Venezuela tiene 916,445 kilómetros cuadrados y 29 millones de habitantes, de los cuales 19 están habilitados para votar. En Venezuela se gana con el 50% más uno de los votos. En la finalizada campaña, el opositor Capriles, con venas judía-polacas por vía materna, capitalizó el descontento de sectores de clase media; es niño bonito de empresarios que desde fuera y dentro de Venezuela no comulgan con Chávez, y pasó a ser carta única de EEUU para intentar frenar al actual mandatario. En cambio, Chávez, que ya ronda cerca de los 14 años en el poder -pues ganó en 1998, modificó Constitución y regresó en 2000, y también ganó en 2006- cuenta con el apoyo de las masas pobres que lo ven como su protector. La plataforma de Chávez son sus programas sociales que aplica en sectores populares. Y hasta la CEPAL reconoce la reducción de la pobreza en el período 1999-2010 en Venezuela.
El ganador.- Encuestadoras como Consultores 30.11, Hinterlaces, GIS XXI, ICS e IVAD colocan al mandatario por encima del 51% de la intención del voto. Capriles domina las mediciones de Predicmática-simulacro y Datos Interdata, en donde figura con un 52%. Dado el impacto de Chávez en Latinoamérica -hasta RD se beneficia del petróleo venezolano por el acuerdo Petrocaribe- los pasos de Venezuela son seguidos de cerca por socios y enemigos. Ya Capriles dijo que si gana no regalará una gota de petróleo, lo que podría envolver a Petrocaribe. En esta contienda, Chávez tiene todas las de ganar, y si obtiene otro triunfo, tendrá la oportunidad de preparar un sucesor, suavizar su estilo personalizado y reforzar las instituciones.