Telescopio

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“Lord of war” o Señor de la guerra.-  Es un film de 2005 protagonizado por Nicolas Gage, que entre drama y toque de acción, encarna a Yuri Orlov, un vendedor de armas sin escrúpulos de finales de la Guerra Fría. En la trama, Orlov viaja a países que integraban la desaparecida Unión Soviética y en componenda con militares y sobornos se hace de arsenales olvidados, que luego vende a grupos en guerra en cualquier rincón del planeta. El cinismo, la doble moral y el negocio del armamentismo son temas bien criticados por la interpretación de Gage. Hoy sabemos que el personaje de Gage es real y no se llama Yuri Orlov, sino Viktor Bout, el mismo ciudadano ruso que Tailandia extraditó el pasado martes a Estados Unidos pese a la furia del gobierno de   Rusia. Con el apodo de “Mercader de la Muerte”, Bout, de 43 años, fue detenido por soldados tailandeses en Bangkok el 8 de marzo de 2008, y es acusado de vender armas en los conflictos más sangrientos y a organizaciones como Al Qaeda y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Ni pistolitas de mito.-  El expediente de EEUU dice que Bout vendió a las FARC 800 misiles tierra-aire, 5,000 fusiles AK-47, explosivos C-4 y minas antipersonales por varios millones de dólares. Bout también armó a rebeldes y gobiernos de Asia y África, según el prontuario. Se le atribuye tener una red privada de transporte aéreo  para distribuir sus “mercancías bélicas” por el mundo.  Se estima que en EEUU, el traficante de armas  podría recibir cadena perpetua. Ahí parece que termina lo real para luego surgir lo “marketing periodístico”: porque llamar “Mercader de la Muerte”, con mayúscula y todo, a un hombre, cuando sabemos que la gran empresa del armamentismo la lideran EEUU, Rusia, Inglaterra, Francia y Alemania, que producen, según informes recientes, el 82% de las armas del mundo, es como para morirse de risas. Estos si son Mercaderes de la Muerte o Señores de las Guerras, así en grande y plural. Bout que no fabrica ni “pistolitas de mito” es, en buen dominicano, un “chiripero”, un peón de quinta categoría de estos “gigantes”, que quizás cayó en mala, y EEUU, que no duerme, aprovecha la oportunidad para saber algunos secretos rusos. No olvidemos que Bout trabajó con la KGB.

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