Telescopio

Telescopio

Narcotráfico cambia geografía de Latinoamérica.-  Minada por  la pobreza y la desesperanza la delincuencia y el narcotráfico son “hiedras de siete cabezas” que se extienden por Latinoamérica. A fines de 2010 el gobierno brasileño lanzó centenares de policías, soldados  y helicópteros artillados para controlar un conjunto de barrios paupérrimos (favelas) del norte de Río de Janeiro.

Decenas de muertes y cientos de arrestados fue el balance de la “toma” de un área controlada por la delincuencia y el narco.  Guatemala tiene actualmente   más de 300 bandas  que extorsionan a comerciantes y transportistas. Días pasados el cartel Los Zetas amenazó con lanzan una guerra  en territorio guatemalteco. El gobierno de El Salvador hace grandes esfuerzos en su lucha contra los “mareros”, sobre todo la “Salvatrucha”,  presente en  países como EEUU y Canadá.  En Honduras, es normal que escuadrones abran fuego contra grupos de personas. El jueves combates entre narcos rivales causaron la muerte de ocho mujeres y varios niños en la tierra de   Zelaya. Venezuela, Colombia son países que cada día arrecian el combate contra la delincuencia y el narcotráfico que mueve toneladas de “sus mercancías”. Ecuador y Perú sienten  la presencia del poderoso cartel de Sinaloa y otros grupos.

El caso de México.  El drama más desgarrador lo enfrenta México. Entre toneladas de drogas incautadas, muertes y capturas de más de 20 líderes del narcotráfico, los mexicanos cerraron  2010 con casi 15,000 asesinatos, para totalizar 30,200 muertes violentas desde la asunción de Felipe Calderón en 2006 y su lanzamiento del ejército a las calles. El estado de Chihuahua ha sido identificado por las autoridades como el más violento, seguido por Tamaulipas, Durango, Michoacán y Nuevo León. México luce actualmente una  geografía trazada por los carteles. Así, Los Zetas, el Cartel del Golfo, de Sinaloa, la gente de Carrillo Fuentes, el grupo de Arellano Félix, el Cartel del Pacífico Sur, la Familia Michoacana y la facción de Edgar Valdéz se han alzado con una fracción del territorio mexicano. Estos grupos libran una guerra sangrienta por el control del mercado de las drogas, ya que, según parece, los mexicanos pagan un precio muy alto por ser la “puerta” de entrada a EEUU. Lo que hace recordar a Porfirio Díaz: “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas