De Túnez a Haití.- Mientras en Túnez cae y huye el dictador Zine El Abidine Ben Alí, en Haití, con novia y maleta en mano, aparece Jean-Claude Baby Doc Duvalier, a sumar más problemas. Túnez, ex colonia francesa, es un país petrolero del norte de África con más de 10 millones de habitantes. Ben Alí tenía 23 años gobernando con mano de hierro y acumulando injusticias, represión, pobreza y una galopante corrupción. Combinación que solo necesitaba una mecha, y llegó: el 17 de diciembre un joven se prendió fuego luego de que las autoridades le impidieran vender verduras en las calles. Fue la chispa que encendió un mar de protestas. En tres semanas la ira arropó Túnez, con calles llenas de manifestantes, barricadas en llamas y pedidos de renuncia del dictador. Ben Alí intentó desactivar el descontento. Reprimió y dio concesiones. Bajó los precios, disolvió el gobierno y lanzó el ejército a las calles. Los soldados mataron decenas de manifestantes, y el tirano se refugió en Arabia Saudita, el viernes 14. Túnez aún arde.
El caso de Haití.- Hay quienes aseguran que sin el claro contubernio del presidente René Préval, Francia y, quizás una manita de EEUU, se le haría difícil a Duvalier pisar Haití. El ex dictador, que tenía 25 años en Francia, apareció el pasado sábado en Puerto Príncipe dizque a ayudar. Observadores no descartan que Baby Doc busque un descargo judicial para intentar desbloquear los 5.7 millones de dólares retenidos en Suiza. Dinero amasado con sangre por él y su padre, y que pertenece a los haitianos. Y aunque cayó y huyó en 1986, tras una revuelta popular, en 1987 fue juzgado por el desvío de 120 millones de dólares de fondos del Estado. En 1991 se presentó otra demanda por el supuesto robo de 800 millones que se cree tenía en bancos de EEUU, Francia y Suiza. Haití enfrenta un Apocalipsis. Al olvido, el terremoto, con sus más de 300,000 muertos, al cólera, y a la crisis electoral se une la llegada de este personaje, responsable de asesinatos, torturas, robos y saqueos del desangrado Haití.