La muerte de Fidel.- El anuncio de la muerte del líder cubano Fidel Castro el pasado 25 del mes pasado y el triunfo presidencial en Estados Unidos del empresario inmobiliario Donald Trump, con la bandera del partido republicano, a inicio de ese mismo mes, son sin duda, las dos grandes noticias del año. Con Trump, el pueblo estadunidense y el mundo vivió un sobresalto, pues se creía que la candidatura puntera era la demócrata Hillary Clinton. Con Fidel, que desde 2006, y tras enfrentar una sorpresiva enfermedad, había delegado el poder en su hermano Raúl, se perdió un referente por la dimensión de su figura, rol y política de solidaridad –que para bien o mal- estará presente en la historia contemporánea.
La apertura.- En plenos funerales de Fidel y sus cenizas recorriendo la isla, analistas y entendidos comenzaron a avaluar su legado. Y aseguran que la partida del Comandante no traerá cambios rápidos en la Cuba, pero hay reformas económicas y sociales que no se detienen. Ya Raúl ha dado pasos importantes, y en diciembre de 2014 anunció, al igual que el mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, el inicio de contactos para normalizar las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana. Empresas y bancos han saludado el acercamiento, se han facilitado los viajes y EEUU sacó a Cuba de la lista de países que apoyan el terrorismo. El temor lo ha sembrado ahora el electo presidente Trump, pues prometió frenar los avances que EEUU y Cuba han logrados bajo Obama.
¿Está llegando a su fin la era de los Castro?.- Raúl, con 85 años de edad, tiene las riendas de Cuba desde 2006, y su mandato termina en 2018. ¿Quién le sucederá? Un personaje que podría figurar en esa lista es el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, de 58 años, quien ha jugado un gran rol en la apertura y se vio muy activo en los funerales de Fidel. También se podría tomar en cuenta a Marino Murillo, de 55 años, quien se identifica con las reformas. Otro es el único hijo varón de Raúl, el coronel del Ministerio de Interior, Alejandro Castro Espín. Pero mucho creen que el favorito para suceder a los Castro, sería el actual vicepresidente Miguel Díaz-Canel, de 56 años, un ingeniero electrónico que viste jeans y no teme al Internet.