El llamado de Moïse.- Con un llamado a la unidad nacional, asumió la semana pasada la presidencia de Haití el joven empresario bananero Jovenel Moïse. Con la juramentación de Moïse, quien se convirtió en el presidente número 58 de Haití, se puso fin al gobierno interino que Jocelerme Privert inició en febrero del año pasado. Moïse, de 48 años, al apelar a la unidad de los haitianos dijo: “Voy a necesitar a los candidatos, a los políticos, a los que votaron por mi candidatura y a los que no votaron, para poder cambiar este país, para construir un Haití para todos”. Ojalá sea así, por el bien de los haitianos… y también de los dominicanos.
Una larga crisis electoral.- La carrera de Moïse hacia el palacio se inició en 2015 cuando el entonces presidente Michel Martelly lo colocó a la cabeza del Partido Haitiano Tet Kale (PHTH). En octubre de 2015 hubo elecciones, y el empresario ganó la primera vuelta, pero surgieron denuncias de fraudes y el proceso fue anulado. En febrero de 2016, Martelly terminó su mandato y para evitar el vacío de poder el Parlamento le colocó la banda presidencial a Privert, quien entonces era el líder del Senado. La crisis electoral continuó y las calles de Puerto Príncipe eran el escenario de las manifestaciones de los simpatizantes de Moïse llamando a elecciones y de la gente de Familia Lavalaz y su candidata Maryse Narcise, antigua vocera del expresidente Jean Bertrand Aristide, criticando los comicios. Las elecciones se pospusieron cuatro veces, y en noviembre pasado fue que pudieron celebrarse y Moïse ganó con el 55 por ciento de los votos.
¿Títere de Martelly?- Analistas enfatizan que el nuevo presidente debe impulsar la producción local, agilizar la inversión nacional y extranjera, y darle estabilidad política al país. Y es que Haití con su historia de dolor y pobreza, y malos gobiernos, no es solo la nación más pobre del Continente sino un damnificado eterno que vio complicar más su situación con el terremoto de 2010 y con la epidemia de cólera que luego lo golpeó. Y aunque Moïse inició su gobierno con un discurso esperanzador, en Haití mucho creen que solo será uno más, mientras otros llegan más lejos y dicen que podría ser un títere de Martelly, su mentor.