El pasado día 10 Nicolás Maduro juró por un nuevo periodo de seis años en la presidencia de Venezuela. Maduro, que lleva años con las riendas del gobierno en medio de una férrea oposición, presiones internacionales, escasez de alimentos, una alta inflación y protestas, logró fácilmente su reelección el 20 de mayo de 2018, pues los líderes de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) no se presentaron a los comicios. En esa ocasión la OEA aprobó una resolución que abría el camino para expulsar al país sudamericano de la entidad, y declaró ilegítima la reelección de Maduro. Ahora, el hombre se ha colocado la banda presidencial hasta el 2025 y las presiones se han multiplicado.
Hasta RD en contra.- Además de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, un grupo de países latinoamericanos de la OEA expresó esta semana desconocer el nuevo gobierno de Maduro. En la lista figuran Argentina, Perú, Bahamas, Costa Rica, Brasil, Ecuador. Además Chile, Colombia, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Panamá, Paraguay y Santa Lucía. La República Dominicana acogió el fallo de la OEA.
¿Volverán las protestas?.- Si la nueva gestión de Maduro vence en 2025, no hacen falta profetas ni bolas de cristales para vaticinar los días tortuosos que le aguardan a la tierra de Simón de Bolívar. Y ya desde el exterior se animan a reconocer al líder de la Asamblea Nacional, el opositor Juan Guaidó como presidente de Venezuela. Lo de Guaidó luce “pólvora mojada”, pero la oposición busca un punto para retomar la lucha y recabar apoyo internacional contra Maduro. Creemos que tanto oposición como el gobierno han perdido un tiempo valioso de arrojar luz sobre la crisis desde los tiempos en que los expresidentes Leonel Fernández, Martín Torrijos y José Luis Rodríguez Zapatero mediaban. Y al parecer, las calles volverán a ser las tribunas.