Cumpliendo con la ley de “Recopilación de Documentos sobre el Asesinato de John Fitzgerald Kennedy” (Kennedy Assessination Records Collection Act) aprobada por el Congreso en 1992, que ordenaba a los Archivos Nacionales a registrar y guardar por 25 años y luego publicar toda información ligada a la muerte del expresidente, el actual mandatario estadounidense, Donald Trump, liberó 2,891 informes del “caso Kennedy”. En los medios se ha colado, que Trump, que espera publicar más documentos en abril próximo, enfrentó presiones del FBI y la CIA, que consideran que los informes podrían revelar identidades de espías y personalidades que jugaron su rol en ese entonces y que aún viven. Pero la Caja de Pandora se ha abierto.
Sacudió a EEUU.- El asesinato del presidente Kennedy el 22 de septiembre de 1963 en Dallas, Texas, es un “culebrón” de millones de datos, informes, películas, libros, fotos, testimonios… para coger y dejar. Es un verdadero entresijo de teorías. En 1991 la opinión pública fue sacudida cuando el director de cine, Oliver Stone, llevó a la pantalla las indagatorias que sobre el asesinato hizo el entonces fiscal de Nueva Orleans, Jim Garrison (interpretado por Kelvin Costner). Sobre Stone llovió un mar de críticas, pues su filme, basado en dos libros: “On the Trail of the Assessins”, de Garrison, y “Crossfire: The Plot That Killed Kennedy”, de Jim Marrs, da vida a un exagente (Mister X, interpretado por Donald Sutherland) que en 15 minutos describe un andamiaje conspirativo en torno a Kennedy.
La opinión de Fidel.- Una opinión muy buscada fue siembre la del fallecido líder cubano Fidel Castro. En el libro “Fidel Castro, biografía a dos voces”, de Ignacio Ramonet, el líder cuestionó la versión de un solo tirador tal como sentenció la Comisión Warren, al señalar que Lee Harvey Oswald fue el único autor de los disparos. Fidel también cuestionó el arma que usó Oswald, y la forma simple que este último fue ejecutado, en medio de policías, por Jack Ruby. Ojalá los nuevos documentos desclasificados arrojen algo de luz sobre uno de los episodios más oscuros de la historia reciente de EEUU. Y al parecer, la CIA y el FBI seguirán bajo la lupa.