Con las imágenes aún frescas de las huestes pro-Trump asaltando el Capitolio, asumió el pasado día 20 la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden.
Con su vicepresidenta Harris Kamala, la primera mujer en ocupar ese puesto en EE.UU, Biden juró con la ausencia de Trump, con algunos desfiles bajo un estricto protocolo y con un Washington minado con más de 25 mil miembros de la Guardia Nacional.
Tras su asunción, el presidente número 46 apeló a la unidad de los estadounidenses.
Primeros pasos.
Sin tiempo que perder y con su reloj de arena liberando sus primeros granos, Biden, en medio del “The Walking Dead” que enfrenta no solo EE.UU., sino el mundo entero, por el avance del covid-19, que ya ha dejado miles de muertos a su paso, prometió vacunar 100 millones de personas en sus primeros 100 días, firmó una orden para el uso obligatorio de las mascarillas, suspendió la salida de EE.UU. de la Organización Mundial de la Salud (OMS); además, nombró al millonario Jeff Zients, a quien apodan Mr FIx-it, (El señor arregla todo), para el manejo del coronavirus.
Dejando atrás a Trump.- Otras medidas de Biden son frenar la construcción del muro en la frontera con México, volver al Acuerdo Climático de París, darle más tiempo a los inquilinos para hacer sus pagos, al igual que a los estudiantes endeudados.
También, anular la prohibición de entrada a los viajeros de once países musulmanes, cancelar el polémico proyecto de oleoducto Keystone XL, así como darle su apoyo a los “dreamers” o soñadores, miles de jóvenes ilegales que llegaron niños a EEUU y corren riesgo de ser deportados.
En sus primeros días, Biden también ha buscado el paraguas del Congreso para negociar un paquete de ayuda de 1.9 billones de dólares para enfrentar la crisis económica que crece cada día. Biden, por ahora, tiene una pesada carga por delante.