El 12 de febrero pasado los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Ucrania, Petro Poroshenko, firmaron un acuerdo para sentar la paz en el este ucraniano, sobre todo en la regiones de Donetsk y Lugansk, donde los combates de militares y separatistas pro-rusos llevan diez meses en una “guerra abierta” que ha dejado más de 5,800 muertes. El pacto, llamado “Minsk 2” por ser firmado en la capital de Bielorrusia, se logró bajo la tutela de la canciller de Alemania, Ángela Merkel, y del presidente de Francia, François Hollande. Consta de 13 puntos y da prioridad a un alto el fuego y el retiro del armamento pesado del frente de batalla. Las dos metas lucen turbias, y todavía ayer no se sabía quién mentía: si los ucranianos o los separatistas.

Origen de la crisis.– El germen de los conflictos en Ucrania se podría remontar a los acercamientos de este país a la Unión Europa en 2013. Luego, grupos pro-Europa se manifestaron en noviembre de ese año en la capital. A inicio de 2014, entre muertes y fuego, cayó el presidente ucraniano Viktor Yanukovich (por cierto, buscado ahora como aguja, pero todo el mundo sabe que está bien protegido por el Kremlin). En marzo, Rusia retoma la península de Crimea, y Donetsk y Lugansk hacen sus referéndums y se declaran regiones pro-rusa. Y estalló el conflicto armado. Respondiendo Estados Unidos y Europa con sanciones a Putin, a quien ven como la “gatita de María Ramos”… de la crisis.

Una frágil tregua.– A inicio de semana EEUU y Rusia intercambiaron acusaciones, y en las mismas, el canciller ruso, Sergei Lavrov , acusó a Washington de sumir al Medio Oriente en el caos. Citó la destrucción de Irak en 2003, los ataques aéreos a Siria y los bombardeos sobre Libia. Dijo que EEUU violó los principios de la ONU. De su lado, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, señaló que Rusia realiza el mayor ejercicio de propaganda desde la “Guerra Fría”, y subrayó que los rusos mienten sobre lo que hacen en Ucrania. Pero luego floreció la calma y la Organización para Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), que monitorea la situación, dijo el viernes que el retiro del armamento pesado ha dado aliento a una frágil tregua.