– Un capítulo curioso de la cristiandad fue la llamada Cruzada de los Niños. Relatos envueltos en leyendas que historiadores ubican en 1212 y que relacionan con desplazamientos de grupos de jóvenes y niños hacia el sur de Italia con el fin de embarcar hacia Jerusalén (Tierra Santa). Un grupo lo dirigió un pastor alemán de nombre Nicolás quien llegó a Génova con 7,000 jóvenes que al no poder cruzar el Mediterráneo se dispersaron. Otro movimiento lo lideró un tal Esteban de Cloyes quien congregó 30,000 personas, y luego de ver al rey fue aconsejado de disolver el grupo. Otras historias lucen fantásticas.
Tras el sueño americano.– Salvando distancias, el flujo continuo de miles de menores centroamericanos hacia la frontera estadounidense semejan pequeñas cruzadas infantiles. Se estima que el número de niños que cruza la frontera de México hacia Estados Unidos es elevado y crece con los años. En 2011, 16,000 infantes llegaron a EEUU; en 2012, 25,000; y en 2013, 39,000. Desde octubre han sido interceptados 57,525 menores, cifra que podría ascender a 90,000 para fines de septiembre, fecha de cierre del año fiscal. Para 2015 se espera una avalancha de 145,000 niños tras el sueño americano.
Desesperanza.- Las reacciones en EEUU crecen y van desde enfrentamientos entre grupos pro y contra inmigrantes, hasta el envío de más guardias a la frontera, como propuso el gobernador de Texas, Rick Perry. Ya el gobierno pidió al Congreso 3,700 millones de dólares para frenar el flujo, y el presidente Obama se reunió en Washington con los mandatarios Salvador Sánchez Cerén, de El Salvador; Otto Pérez Molina, de Guatemala; y Juan Orlando Hernández, de Honduras, de donde provienen muchos de los niños, para reiterarle que los menores que no hagan una solicitud justificada de asilo serán devueltos. Los presidentes solicitaron en vano la creación de un plan de seguridad. Centroamérica arde en violencia y pobreza, pero dejar un niño solo en una frontera, es un drama que ilustra la deshumanización y desesperanza a la que hemos llegado. ¿Qué más falta?