Cuatro muertos, decenas de heridos, 1,600 arrestados y comercios, viviendas y vehículos quemados es el balance de cinco días de protestas en ciudades del Reino Unido. Todas de Inglaterra. Sólo en Londres, el Gobierno desplegó 16,000 policías. Mientras Liverpool, Manchester, Nottingham, Leeds, Bristol y Birmingham seguían tensas ayer. ¿Qué desató la ira? Los informes coinciden que la chispa fue la muerte de Mark Duggan, un hombre negro de 29 años que, según versión oficial, murió en un confuso tiroteo en el barrio londinense de Tottenham.
La policía dice que Duggan estaba armado y que la balacera estalló cuando una bala impactó un radio de un agente. Pero un testigo aclaró que el joven murió de un disparo tras ser sometido a la obediencia. La familia inició una protesta frente un cuartel policial demandando una investigación. La ira creció y la protesta se extendió por Londres y otras ciudades de Inglaterra. Analistas no dudan que la muerte de Duggan sea la excusa para canalizar la furia de muchos ciudadanos disgustados con los recortes sociales y el desempleo.
Contra redes sociales.- El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte formado por Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda, tiene una superficie de 244,820 kilómetros cuadrados, y 61 millones de habitantes. Están bajo su soberanía muchos territorios en el mundo entero, entre ellos Anguila, Bermudas, Islas Caimán, Islas Georgias del Sur, Sándwich del Sur, Gibraltar. También Islas Malvinas, Montserrat, Islas Pitcairn, Santa Helena, Turcas y Caicos e Islas Vírgenes Británicas, entre otras. Potencia e ícono de civilización y desarrollo, con nobleza y monarquía de maquillaje, el Reino Unido es de las primeras economías del mundo. Otrora imperio que saqueó continentes enteros en su obra civilizadora, y actualmente aliado incondicional de EEUU en aplicar justicia y cazar terroristas. Sobre las protestas, el primer ministro inglés David Cameron dijo el jueves que aplicará mano dura, y amenazó con bloquear las redes sociales tras acusarla de incitar a la violencia. Y ese mismo día la BBC abría una emisora al servicio de los rebeldes libios que tratan de tumbar a Gadafi. En Libia y Siria los incendiarios son revolucionarios, en el Reino Unido, revoltosos antisociales desviados que merecen dura represión.