Televisión e identidad sexual

Televisión e identidad sexual

MAURO CASTILLO
Hemos sido consultados por profesores de algunos colegios privados preocupados por confesiones que les han hecho algunos alumnos adolescentes de ambos sexos, al sentirse muy confundidos con su identidad sexual, al surgir en ellos una marcada inclinación a ser atraídos eróticamente por compañeros o compañeras de sus propios sexos.

Varones que han adoptado una actitud afeminada y hembras que se están vistiendo como varones y adoptando un comportamiento totalmente viril y sintiéndose atraídas por algunas de sus compañeras de aulas.

La situación ha trascendido de tal manera que en este momento estamos tratando dos casos referidos por los propios familiares. Se trata de una adolescente de 17 años, que tiene dos hermanos que le llevan uno y dos años, con quienes siempre jugaba los juegos de los varones y rechazaba los juguetes y las actividades propias de las hembras.

Se presentó a nuestra consulta vestida como un verdadero varón de una manera tan correcta que tanto nuestra secretaria como nosotros mismos al irle a buscar a la sala de espera, como siempre hacemos con nuestros pacientes, le saludamos como si fuese un acompañante de la paciente junto a la madre que ya estaba sentada.

Llegamos a saludarle primero que a la madre con esta expresión: «saludo, cómo está ese joven?» Y rápidamente la madre nos respondió en forma franca: ese joven no, ella es hembra Dr. y es la paciente”. En verdad que nos sentimos verdaderamente confundidos, pues vestía un jean, un jaquet y pelada al ras como un correcto varón. No tuvimos otra alternativa que pedirle excusas.

El segundo caso es un preadolescente de una estatura normal para la edad de 12 años, que tiene y presenta ademanes muy afeminados, también forma parte de una familia de 3 hermanos, y él es el mayor. Las otras dos son hembras de 7 y 2 años. Luce muy afeminado e hizo una crisis de celos con depresión por las marcadas atenciones que se le presta a su hermanita menor, frente a quien él experimenta muchos celos fraternales.

Ambos jóvenes son apasionados por la T.V. y son asiduos espectadores de los programas en que los actores varones y hembras usan continuamente las conductas muy afeminadas o muy viril de ciertos actores comediantes que parece que están impactando en los jóvenes adolescentes y preadolescentes que tienden a ser muy influenciables y les parecen simpáticos estos modales.

Sabemos que las desviaciones sexuales de hembras o de varones tienen sus raíces en el hogar por las actitudes opacadas o muy dominantes de algunos de los padres donde el modelo viril que debe ser constante para los varones y el modelo femenino de las madres debe cautivar a las hembritas de la familia. Desdichadamente muchas veces esos roles no se pueden cumplir porque los padres o las madres están casi siempre ausentes del hogar ya por el trabajo excesivo de los progenitores, dentro o fuera del país, o por los trágicos divorcios cuya estadísticas tiende a aumentar cada día más, generando un vacío que luego resulta muy tarde para poder corregir las desviaciones de los hijos, especialmente los casos de inclinaciones homosexuales (ver nuestro artículo «Una vacuna contra la homosexualidad» publicado en este periódico Hoy en fecha martes 22 de mayo del 2001 pág. 19).

Deseamos hacer un llamado a los productores de los programas de T.V. que usan llevar a escenas para hacer reír las conductas amaneradas de los varones y muy viriles y dominantes de las actoras femeninas, pues están impactando en todos los jóvenes de ambos sexos preadolescentes y adolescentes por su vulnerabilidad ante la fragilidad de sus personalidades.

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