Aunque despacito ha sido el proceso, el internet sigue cambiado la industria de la televisión con el incremento de su acceso y mejores velocidades. En principio se inició con la descarga de audiovisuales, y luego se introdujo la novedad de los videos en línea, regularmente caracterizadas por violaciones a los derechos de autor y la persecución a sus principales promotores.
Esa nueva estructura integrada por jóvenes, decidía la hora y forma en que deseaba disfrutar de los contenidos, contrario al estricto patrón de transmisión impuesto por los canales tradicionales.
En 1997 surge Neflix, la empresa que impacta en el mercado del entretenimiento al ofrecer acceso legal e ilimitado de todo su catálogo en línea. Además excluye los fastidiosos cortes comerciales y se acompaña de una atractiva factura. La respuesta no se hizo esperar con 57.3 millones de usuarios para 2014.
El éxito de Neflix, unido a la buena valoración de otros servicios de streaming como Hulu, y más recientemente Amazon Video, sumado al desarrollo de YouTube, la más importante corporación de difusión de videos gratuitos del mundo, no solamente han remeneado la teleaudiencia de la televisión abierta en Estados Unidos, sino también a las empresas de cable.
Se registra una reducción de las horas de permanencia en la televisión tradicional, que también compartirá la publicidad con las redes sociales y otros competidores virtuales. En cambio los hogares estadounidenses tienen acceso a una media de 189 canales, pero sintonizan apenas 17, según un estudio de Nielsen. Se le suma un incremento en la factura anual de un 6%.
La nueva realidad fue asumida por los principales fabricantes de televisores, los cuales a través de acuerdos estratégicos, agregaron aplicaciones productoras y reproductoras de audiovisuales conectadas al internet. Dentro de las más exitosas se encuentran las coreanas LG y Samsung, además de la comercial y económica marca china TCL, una de las más vendidas del mercado.
Se perfila la venta de 225 millones de unidades para finales del 2017, para un incremento de un 2.6 % con respeto al 2016.La mayoría de los referidos receptores tienen conexión a internet y cuenta con modernas pantallas.
La audiencia en las plataformas móviles es superior a las 10 principales cadenas de TV tradicional en los Estados Unido, sobre todo durante el horario estelar ubicado en el segmento de adultos entre 18 y 49 años.
Los canales temáticos se mueven lentamente al contenido en línea, como es el caso de reconocidas cadenas Fox,HBO y Espn, entre otros.La fortaleza de la televisión tradicional se encuentra en la población adulta poco familiarizada con la tecnología y creyente en las trasmisiones en vivo como de costumbre. La dificultad radica que ese blanco de público es menor y de menos consumo en relación a los adultos más noveles.
“Hay de 10 millones de usuarios tienen contratado internet banda ancha, sin embargo prefieren no tener cable”, de acuerdo a Richard Plepler, delegado del consejero de HBO.
Los medios masivos tradicionales limitan al espectador a permanecer cautivos en vivo, en cambio los nuevos medios masivos otorgan poder al usuario de decidir sobre una gran oferta de audiovisuales, los cuales se adaptan a los cambios de horario de las jornadas laborales particulares, y otras actividades personales.