Tema del azúcar «amarga» el
merengue a los ingenios de RD

Tema del azúcar «amarga» el <BR>merengue a los ingenios de RD

POR CLAUDIO CABRERA
El representante del sector agropecuario en las negociaciones con Estados Unidos afirmó que la República Dominicana saldrá económicamente fortalecida del Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado esta semana por la misión dominicana que viajó a Washington para esos fines, aunque sostuvo que el hecho de que se postergasen las discusiones bilaterales sobre el tema del azúcar, no implica que se haya negociado mal.

Según el doctor Jesús de los Santos, todos los sectores productivos del agro involucrados en las discusiones, desde que fue integrado el grupo en agosto del 2003, se sintieron bien representados y satisfechos con los logros.

Explica que la misión negociadora encabezada por la secretaria de Industria y Comercio, Sonia Guzmán, defendió que se dejara un espacio para un debate bilateral posterior sobre el azúcar.

«Fue un buen acuerdo en el que todos pudimos coincidir en que cada grupo asistió libérrimamente a plantear sus posturas con las autoridades de los Estados Unidos», agregó.

De los Santos expuso sus criterios frente a decenas de representantes de productores de lácteos, ganado vacuno, porcino y aves, de arroz y de rubros no tradicionales, como flores, horticultura y productos tradiconales, que asistieron a un evento previo en el cual la Secretaría de Agricultura presentó los pormenores del acuerdo poco antes de partir para la capital norteamericana a firmar el TLC.

En el caso del sector azucarero, a solicitud del gobierno norteamericano se pidió al dominicano dejar fuera tales discusiones en vista de que al no arribarse a un entendido con los dueños de ingenios del país, las debates se prolongarían por más tiempo.

Esta postura fue transparente al aglutinarse a nuestro sector desde julio del 2001 cuando fue presentada la «Propuesta de negociación del sector agropecuario de la República Dominicana» ante la comisión nacional de negociaciones y en el que participaron todos los subsectores del agro a nivel nacional.

En dicho encuentro estuvo presente el actual secretario de Agricultura, ingeniero José A. Fabelo, el anterior titular, agrónomo Eligio Jáquez y la secretaria de Industria y Comercio, cuya presencia en el acto consistió en respaldar la iniciativa gubernamental del TLC.

El economista y subsecretario de Planificación de la Secretaría de Agricultura ponderó en un estudio presentado los alcances del acuerdo afirmando que tanto en el corto como en un mediano plazo habrá de comprobarse que el país actuó debidamente «para no quedarnos atrás ni continuar aumentando los niveles de pobrezas que hemos heredado de una estructura económica que ya debe transformarse».

«Las transformaciones que conllevará este proceso de acoplamiento de nuestra economía va a ser lo suficientemente gradual como para que se nos permita ir dejando atrás las deficiencias propias de una estructura arcaica en el campo y atrasada en la producción industrial-urbana, lo cual hasta ahora no ha hecho más que reproducir la pobreza», expresó el economista.

Pero basta, afirmó, tomar en consideración que los Estados Unidos adquiere más del 80% de las ventas de productos de todo tipo que hace nuestro país para tener clara cuál es la dimensión de este entendimiento entre los gobiernos de los dos países.

En primer lugar, la nación norteamericana nos abrirá las puertas a un mercado próximo que nos permitirá entrar en mejores condiciones nuestros productos, en tanto abriremos gradualmente nuestros mercados, pero tomando en cuenta una serie de salvaguardas para la producción local en condiciones que no le ha sido extendida a muchos países que procuran abrir ese mercado.

Citó el caso de productos «sensibles, como el arroz, pollo y leche en polvo», para lo cual se acordó eliminar las barreras arancelarias nuestras dentro de 20 años.

Al citar tales logros, dijo que en primer lugar la actual gestión agropecuaria se propuso desde un principio desarrollar el campo con mejores tecnologías en vez de seguir utilizando los rudimentos obsoletos de los que estaba acostumbrado a utilizar el hombre del campo y que no permitían una mayor productividad ni acometer un proceso de crecimiento de la producción alimentaria congruente con las necesidades y demanda de la población.

Explicó que para eso el gobierno actual ya disponía de antemano de una agenda de propuestas de transformaciones en este orden a fin de abrirle paso a una nueva tecnología avanzada y acorde con un orden productivo cada vez más competitivo, tanto por los volúmenes como por la calidad de la producción desarrollada.

En segundo orden, sostuvo, «teníamos como equipo en nuestra agenda, a sugerencias del entonces secretario Eligio Jáquez y del propio Presidente Hipólito Mejía, el mandato de efectuar inversiones en el campo especialmente destinadas a reversar toda esa tradición de atraso en un sector tan importante y del que dependen millones de vidas de hombres y mujeres del área rural».

Resalta que con miras a ese objetivo, estrechamente enlazado a los dos restantes, se empezaron a efectuar una serie de gestiones que finalizaron con el Proyecto Promefrin que abarca los aspectos relativos a producción con moderna tecnología de invernaderos, comercialización a través del mega Merca Santo Domingo y facilidades para las exportaciones con el programa de contenedores refrigerados para facilitar las exportaciones agrícolas de productos frescos y perecederos.

Se ha logrado establecer un programa de producción de rubros de ciclo corto, como son frutos, vegetales frescos, hortalizas y flores en todo el país con vocación exportable, con miras a incrementar la productividad en el sector rural, pero al mismo tiempo hacer mayor y más rentable su producción en áreas competitivas.

Este último, Merca Santo Domingo, ha sido diseñado para reunir grandes y medianos productores que traen su producción agrícola a la capital para convertirse en centro de acopio e intermediación con las debidas normas de sanidad vegetal y animal, tomando en cuenta la calidad sostenible de los productos a ser ofertados a precios de mercado al consumidor y para exportación.

Refirió que otro de los objetivos propuestos, el tercero, «consistió en aprovechar los mercados externos para situarnos y lograr los nichos necesarios para comercializar nuestros rubros, de tal manera que con una calidad y competitividad incuestionable, podamos lograr aumentar nuestras exportaciones en las áreas donde tenemos las ventajas comparativas ya ganadas». «Nadie discute que en el área agropecuaria, tenemos esas ventajas a nuestro favor, por encima de otros países de la región y de muchos otros del mundo».

MAS SOBRE EL TLC

En un documento especialmente elaborado para resaltar los resultados del TLC bilateral, se recogen los pormenores sobre las negociaciones, así como los logros y propuestas obtenidas, se indica que el nuevo orden económico mundial que ha establecido un nuevo modelo de comercio internacional obliga a operar un sistema de globalización productiva altamente competitiva de las normas productivas y de intermediación en el cual los países que aprovechen su herencia y cultura productiva en forma innovada podrán establecer su nicho especial en un lugar especial.

La licenciada Sonia Guzmán refiere que el TLC es un tratado bien equilibrado e integral el cual permite crear una sólida zona de libre comercio que incluye a todos los aspectos de la relación económica bilateral.

Indicó que el prouyecto contiene dos aspectos de importancia, que son la normativa, donde contiene las reglas comunes a ser observadas por el comercio entre los dos países.

En segundo lugar, puntualiza, contempla lo que corresponde al acceso a los mercados, y que «contiene los compromisos que ambos países asumieron para eliminar gradualmente los arenceles y las restricciones al comercio mutuo de bienes y servicios.

En el caso de la producción para la agricultura, se tienen como objetivos lograr un mejor y mayor acceso de los productos dominicanos al mercado de los Estados Unidos, mayor protección para el sector productivo del país y consolidar las relaciones políticas.

También se incluye el logro de incrementar la cuota azucarera en un 10% anual, consolidar las preferencias existentes mediante los mecanismos de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe y del Sistema Generalizado de Preferencias Arancelarias (SGP). Además, lograr una máxima protección para los productos sensibles de producción agrícola nativa como son arroz, azúcar, ajo, cebolla, carne de res, cerdo, pollo, habichuelas, leche y queso.

Resaltó que esto se hizo dentro de un marco en que se discutieron a profundidad las barreras técnicas que afectan nuestras exportaciones, en tanto se ha buscado evitar que las restricciones sanitarias y fitosanitarias y de inocuidad de los alimentos se constituyan en obstáculos injustificados al comercio de productos agropecuarios.

Un especial marco de importancia se ha dado a promover la inversión nacional y extranjera en el agro dominicano, para lo cual el TLC contiene condiciones favorables.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas