El tema haitiano ha creado fricción entre los miembros  de la Junta Central Electoral (JCE), a tal punto que motivó la renuncia de José Ángel Aquino como representante del organismo  ante la Comisión Interinstitucional de Derechos Humanos que coordina el Ministerio de Relaciones Exteriores.

El detonante fue la audiencia que celebraría la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) el pasado 2 de noviembre para conocer del derecho a la nacionalidad de dominicanos de ascendencia haitiana, y a la que el presidente de la JCE, Roberto Rosario, decidió la Junta no asistiría.

A esto se agregó  un disgusto como resultado de la última reunión de la Comisión Interinstitucional de Derechos Humanos, celebrada el pasado 7 de noviembre, a la que además de Aquino, asistió la magistrada Rosario Graciano de los Santos.

Sugerencia no agradó. La sugerencia del magistrado Eddy Olivares para que  Aquino representara a la JCE en la audiencia de la CIDH, por considerar que “bajo ninguna circunstancia la JCE debía exponer al Estado dominicano a ser sentado permanentemente en el banquillo de los acusados como consecuencia de decisiones administrativas que no deben estar por encima del interés de la nación”, fue rechazada de plano por el presidente de la JCE.   

En una comunicación, Rosario  señaló a Olivares que el reconocimiento a los méritos de Aquino como Coordinador de la Comisión del Registro Civil y conocedor a cabalidad el tema haitiano, no era motivo para desconocer las leyes y  las disposiciones inherentes a la JCE, a las que todos los miembros del pleno se deben y por las cuales deben guiarse.

Recordó que  el artículo 5 de la Ley Electoral 275-97, literal a, establece que  la representación de la   JCE  “es una atribución exclusiva” de su presidente, y que además,   las leyes adjetivas solo pueden ser variadas a través de otras leyes iguales.

“Considero propicia la ocasión, para expresarle que el actual presidente de la Junta Central Electoral se mantendrá fiel a la ley y a las reglamentaciones vigentes; y no renunciará a ejercer sus funciones, no a delegarlas, excepto en circunstancias convenientes para la institución, o ajenas a nuestra voluntad”, puntualizó el  presidente de la JCE.

La renuncia de Aquino.  El 22 de noviembre  Graciano de los Santos remitió bajo su firma al presidente de la JCE un informe de la reunión celebrada por la Comisión el día 7, con la encomienda de que se distribuyera al pleno. El 5 de diciembre Aquino  remitió otro redactado por la secretaria de la Comisión Omayra Gómez, adjunto a una carta dando por concluida su labor como representante de la JCE ante la misma.