RCC-Media-Gallup arrojó que 63.6 % de dominicanos se sienten inseguros por delincuencia, calificándola como por principal problema que padecemos.

La cifra anterior demuestra que los enfoques para combatirla hasta ahora implementados no han sido adecuados ni suficientes. Se ha pretendido combatirla únicamente por vía policial prescindiendo actuar sobre las causas-economías, disponibilidad de servicios, morales,etc-que la originan.

Hemos perdido la cuenta de cuántas veces se ha reformado la Policía Nacional sin resultados.

Pero la seguridad aspirada ya va mucho mas allá del control de la delincuencia común.

Requiere que autoridades ejerzan autoridad que confieren las leyes para imponer orden en otros renglones de la vida nacional.

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Evitar industrias mal emplazadas, dentro de zonas residenciales, y que operen cumpliendo normativas de seguridad industrial establecidas en leyes para que no sucedan explosiones e incendios como los de Villa Juana y en San Cristóbal.

Requiere hacer cumplir leyes que proporcionen seguridad y respeto a espectáculos públicos para que no suceda, p.e, accidentes como el carnaval de Salcedo con 6 vidas inocentes cobradas; o aprovechar concierto de JLG para promover un candidato.

Requiere ejercer autoridad sin autoritarismos, arbitrariedades o quimeras, al imponer orden en frontera para brindarnos seguridad que merecemos frente a la crisis que atraviesa Haití.

Las autoridades han actuado con benignidad y tolerancia. La demora en hacer cumplir leyes y establecer orden provoca crisis cuando pretenden imponerlos; como el incendio de la cárcel La Victoria, aparentemente provocada por quienes dominaban el mercado de “inteligencia artificial” dentro del recinto carcelario.

Encabezamos las estadísticas mundiales de muertes por accidentes de tránsito por no hacer cumplir leyes sobre seguridad vial afectando costo y tiempo de transportación, desorganizando nuestra sociedad. Los tapones brindan excelente excusa a falta de puntualidad.

Se necesita autoridad para cumplir leyes, imponer orden y brindar seguridad. Revisarlas si son insuficientes

Los candidatos deben pronunciarse si seguirán actuando con negligencia en el cumplimiento de todas las leyes que nos brindan seguridad.

O si seguirán considerando solamente la inseguridad delincuencial combatiéndola vanamente a pura macana.