Temas para nutrir el olvido

Temas para nutrir el olvido

Nuestra capacidad para olvidar es tan endémica como el dengue. Si en ciertos momentos nuestra atención ha sido ocupada de manera persistente por  asuntos cruciales y estremecedores, cualquier asomo de alivio le permite al olvido ganar la partida. Damos por superadas situaciones que quizás solo han hecho una pausa, empujadas por simples coyunturas. Nos ha pasado muchas veces y nos seguirá pasando.

Cuando los precios del petróleo tocaron su techo más alto, llenamos páginas de los diarios con planes de ahorro de energía, adecuación de  horarios laborales y académicos con los mismos propósitos, incentivo para la inversión en energías renovables y cosas por el estilo. Apenas empezaron a declinar los precios del crudo y toda la alharaca se esfumó. El olvido tomó las riendas al primer asomo de alivio.

Ahora los costos de los energéticos fósiles  vuelven a acosar las economías. Una de las causas más fuertes es que el dólar se ha debilitado frente a otras divisas. El Deutsche Bank, por ejemplo, pronostica que si el dólar sigue debilitándose frente al euro, el barril de petróleo alcanzaría los US$100 en los próximos dos trimestres. Ante esta expectativa, de seguro volveremos con el discurso del ahorro y las alternativas energéticas no fósiles,  hasta que un asomo de alivio le abra las puertas al olvido.

Delincuencia y drasticidad

El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Subero Isa, advierte que la delincuencia le  gana terreno a la autoridad, y pide  más drasticidad. Entidades de defensa de los derechos humanos censuran el tipo de drasticidad que aplican los policías cuando cometen ejecuciones extrajudiciales contra sospechosos de ser delincuentes. Lo evidente es que la drasticidad, sea de la modalidad que pide el presidente de la Suprema o de la que condenan entidades sociales, no ha sido disuasivo para la delincuencia.

Probablemente lo más acertado sería combatir las causas que motorizan el auge de la delincuencia, sin descuidar, por supuesto, la parte represiva. Debemos ser más exactos y precisos en la elaboración de expedientes para evitar excarcelaciones por mala sustanciación de los mismos. Prevenir siempre podrá más que la drasticidad, sin que decir esto signifique que debamos ser débiles al sancionar el delito. Pero ataquemos las causas y así evitaremos los efectos.

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