Teme impacto de represalias contra agricultura

Teme impacto de represalias contra agricultura

Deere & Co., el mayor fabricante mundial de equipamiento agrícola, teme que las crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y otros países puedan afectar las ventas de su característica maquinaria verde y amarilla.
Los aranceles de Estados Unidos a las importaciones de acero y aluminio tendrán un impacto financiero en la compañía, pero a Deere le “preocupa mucho más” las posibles represalias comerciales contra los productos agrícolas estadounidenses, dijo el máximo responsable Sam Allen.

“Si China ya no compra soja estadounidense o México no compra maíz estadounidense, eso sería muy negativo para nuestros clientes y mucho más impactante para nosotros”, dijo el martes en una entrevista mantenida en una fábrica de la compañía en Indaiatuba, en el estado de São Paulo, Brasil.

Cerca de una tercera parte de la agricultura estadounidense se exporta, dijo Allen. Ese flujo de comercio podría estar en peligro si el presidente Donald Trump cumple las reiteradas amenazas de abandonar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, o si China impone aranceles o cuotas.
Recuperación emergente. Cualquier restricción a las ganancias de las exportaciones de Estados Unidos podría sofocar un repunte en los ingresos de los agricultores justo cuando están surgiendo señales de una recuperación de los precios de materias primas agrícolas.

“Después de cuatro años de cosechas récord, por primera vez, vemos una posible reducción” en la oferta como resultado de la sequía en Argentina”, dijo Allen.
“Ya podemos ver que las reservas mundiales de granos han bajado y no tienen que bajar mucho más para que los precios de las materias primas suban”.

En cuanto a los metales utilizados para fabricar la maquinaria de Deere, el arancel a las importaciones es preocupante porque las acerías estadounidenses podrán aumentar los precios significativamente, dijo Allen, y agregó que el acero podría apreciarse alrededor de un 30 por ciento en un corto período de tiempo.
Aún así, no será posible evaluar el impacto en los costes hasta que el Gobierno de Estados Unidos proporcione más detalles sobre las normas impositivas para ver si países como Canadá y México quedan afectados, manifestó. Sin una guerra comercial, la demanda de equipamiento agrícola podría seguir subiendo a medida que los agricultores reemplazan maquinaria vieja, dijo. En Estados Unidos, las ventas de maquinaria deberían mantenerse en los niveles actuales durante los próximos cuatro o cinco años, a falta de unas condiciones mejores de los precios, agregó.

Las ventas de maquinaria en Latinoamérica podrían mantenerse sin cambios.

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