El diputado Pelegrín Castillo expresó sus temores de que el turismo de la República Dominicana sea una víctima de la insurrección que actualmente padece la vecina República de Haití.

Castillo, quien tradicionalmente hace investigaciones sobre las relaciones domínico-haitianas, consideró que si se extienden los incidentes que en los últimos días se han estado produciendo en la frontera, o si ocurren hechos similares con los haitianos que residen en el territorio dominicano, “el turismo va a ser la víctima de esa situación».

Castillo hace la advertencia, porque es usual que los conflictos sociales caracterizados por disturbios, ahuyenten a los turistas en las zonas donde éstos ocurren y áreas cercanas.

El legislador también expresó su temor de que se agudice la situación alimentaria de esa población y se produzca un éxodo hacia el territorio nacional que afecte a la República Dominicana más allá del aspecto económico, en lo social e institucional.

Castillo también prevé una caída de los sistemas que permiten la comercialización de bienes y servicios entre la República Dominicana y Haití.

Citó entre los hechos que afectarían la actividad comercial entre los dos países, que el transporte desde República Dominicana a Haití podría desarticularse, así como las estructuras de almacenamiento, e incluso prevé un acaparamiento de productos por parte de la población de mayor poder adquisitivo en el vecino Estado.

El acaparamiento, añadió, implicaría que la población haitiana más vulnerable, la más pobre, quedaría sin poder acceder a bienes y servicios.

«Una de las características de este tipo de conflicto, es que los sistemas que permiten el comercio se desarticulan y eso, si ocurre, puede provocar en lo inmediato, un agravamiento de la situación alimentaria de la población haitiana y consecuentemente producirse un flujo enorme de haitianos hacia la República Dominicana», dijo el diputado Castillo.

Teme que por este conflicto se produzca un agravamiento de la situación alimentaria en Haití, que a su vez cause una crisis humanitaria de grandes proporciones que afecte a millones de haitianos.

Una situación de esta característica, según Castillo, causaría incluso un éxodo de haitianos hacia las zonas fronterizas dominicanas.

De ocurrir un hecho de esta naturaleza, según Castillo, el impacto para la República Dominicana, no sólo sería de carácter económico, sino también social e institucional y pondría al Estado dominicano en una situación de grave peligro.

Castillo exhortó al gobierno dominicano a tomar una acción proactiva en el escenario internacional y demandar de la Comunidad Internacional una acción más responsable.

Dijo que si el conflicto de Haití se prolonga, la República Dominicana será el país más perjudicado.

Entiende que el Gobierno dominicano debe plantear en la Organización de Estados Americanos (OEA), una acción interventora preventiva que ponga fin al conflicto de Haití, «porque si no, se va a extender para acá».

Expresó, no obstante, que la República Dominicana tiene que tratar de que no la involucren en el conflicto haitiano.