Temen “familiaridad” policías y criminales

Temen “familiaridad” policías y criminales

POR GERMAN MARTE
A casi siete meses de iniciado el Plan Barrio Seguro en el ensanche Capotillo, sus moradores siguen esperando que el gobierno cumpla con las promesas que hizo, mientras comienzan a surgir preocupaciones entre algunos dirigentes comunitarios porque entienden que ya hay cierta “familiaridad” entre los agentes y los delincuentes.

Luis Javier, dirigente del Instituto Dominicano para el Desarrollo Integral de Capotillo (IDDI) y del Consejo de Unidad Popular (CUP), subrayó que el nivel de vigilancia policial –la parte del plan donde más se había avanzado- ha bajado.

“También hay una relación entre el narcotráfico y gente que se dedica a malas acciones y los policías. Ya hay como cierta familiaridad, y tememos que caigamos en lo mismo de siempre: en el contubernio. Todavía no, pero vamos hacia allá”, expresó Javier quien aboga porque se evite esa situación pues hasta ahora la vigilancia policial ha sido buena.

Asimismo, Javier abogó porque se descontaminen las comisiones de seguimiento al plan, ya que según dijo están integradas por miembros del partido de gobierno para quienes “todo está bien”. Empero, considera que hace falta el espíritu crítico que pueda contribuir a que las cosas salgan mejor.

En cambio, José Cuello, dirigente del Instituto de Desarrollo Comunitario de Capotillo, dijo que avanzan los trabajos de construcción de las escuelas, la sala de pediatría y el club deportivo. En tanto ya han sido alfabetizados 95 adultos.

Mientras que el padre Wilfredo Montaño, de la Parroquia Santa Clara de Capotillo, destaca que sólo la policía ha sido eficiente, mientras no se han alcanzado las metas propuestas en educación, ni se ha visto nada que haya hecho la Secretaría de la Juventud, ni Salud Pública. El sacerdote dijo empero que la Secretaría de Deportes ha hecho algunas obras y ha llevado canchas móviles al sector.

Indicó que Cultura ha hecho varios cursos de manualidades para jóvenes mientras que la Secretaría de Trabajo también ha realizado varios cursos.

CIRCO ITINERANTE

El dirigente comunitario opinó que el programa Barrio Seguro es una idea buena, pero se ha convertido en un “circo itinerante”, que comenzó en Capotillo, y luego se ha ido extendiendo a otros lugares.

Destacó que cuando el plan inició, a Capotillo llevaron siete motocicletas Harley Davidson cada una valorada en US$17 mil, pero ahora sólo van a veces, “pasan y se van”.

Explicó que además del acuciante problema de la inseguridad, los residentes de Capotillo albergaban la esperanza  de que muchas de sus necesidades más sentidas serían resueltas también, y por eso todas las organizaciones participaron entusiasmadas en el montaje del acto de lanzamiento del Plan que se realizó el pasado 20 de agosto del 2005, con la presencia del presidente Leonel Fernández.

Sin embargo –apuntó- seis meses después las respuestas del gobierno no llenan las expectativas que tenía el populoso sector.

LO QUE SE HA LOGRADO

A seis meses de iniciado el Plan Barrio Seguro, resalta Luis Javier, la relación policía-ciudadano cambió en Capotillo, disminuyeron los tiroteos, los robos y los asaltos, en un barrio que hasta entonces estaba considerado como uno de los más peligrosos de la capital y el país.

Otro logro alcanzado hasta ahora es la construcción de los tres destacamentos del sector, en los cuales se ha hecho una inversión superior a los tres millones de pesos, pero todavía no los han terminado.

José Cuello resalta, asimismo, que desde que inició el Plan no se han registrado homicidios.

LAS PROMESAS INCUMPLIDAS

Entre las demandas fundamentales que hacía el barrio Capotillo, y que el gobierno se comprometió a satisfacer, según Luis Javier, figuran la terminación de dos escuelas, cuyos trabajos marchan muy lentamente; planes de becas para cursos técnicos y universitarios, a esto no se le ha dado respuesta.

El gobierno también prometió garantizar transporte para los estudiantes de la UASD. Eso tampoco ha llegado, dice Luis Javier. Los estudiantes sobresalientes de Capotillo aún siguen esperando unos incentivos que se comprometieron a entregarles Educación y la secretaría de la Juventud.

En cuanto a deportes, Javier reconoce que el Club Samuel Santana fue acondicionado y además entregaron utilerías, pero entiende que faltan instructores y mayor espacio para los jóvenes practicar. Según el Plan original, el gobierno compraría varias casas para construir un multiuso, pero eso no ha sido posible todavía.

A pesar de que las autoridades se comprometieron a reducir las horas de apagones, ahora las interrupciones energéticas son más prolongadas que antes, afirma Javier.

En materia de salud, la demanda era la construcción de una unidad de pediatría en el Hospital Moscoso Puello, pero los trabajos marchan “muy lentamente”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas