POR GERMAN MARTE
La desconfianza y el temor a que los dejen «encharcados» embargan a decenas de familias del sector La Zurza luego que el gobierno iniciara el proceso para desalojarlos del lugar y dar paso a la construcción de la vía que se extenderá por las riberas de los ríos Ozama e Isabela.
Ante la incertidumbre, los moradores del empobrecido sector reclaman «vivienda por vivienda», es decir que toda familia afectada por el desalojo sea reubicada en una casa o apartamento, y que no los dejen hacinados en frágiles barracones a orillas del río.
Plutarco Ramírez uno de los residentes en el barrio, y cuya casa ya fue censada, expresó que se siente mal por la forma en que los han tratado las autoridades.
«Me siento mal, por la forma en que nos han tratado, porque desde que ellos comenzaron así en ningún momento tenían la intención de reubicar a nadie. Ellos están abusando de nosotros», manifestó Ramírez.
El lunes fueron derribadas las primeras tres casuchas para ampliar el relleno de un área donde supuestamente se construirán los barracones, pero todavía ayer al mediodía las familias desalojadas no tenían ninguna respuesta de los ingenieros a cargo de la obra y permanecen «arrimados» en casas de vecinos. Tampoco nadie les había informado nada de las «viviendas temporales» (barracones) que se construirán.
«Nuestra propuesta es que sea vivienda por vivienda. Que las personas no sean molestado de su entorno, si no es para ser reubicadas definitivamente en otra casa, porque ya conocemos las características de los barracones», manifestó a su vez Antonio Vásquez, presidente de la Sociedad para el Desarrollo Integral de La Zurza.
Indicó que muchas veces los gobiernos meten las personas en barracones y pasan años hasta que se olvidan de ellos.
Asimismo, Johnny Frías, otro de los afectados, expresó que los vecinos temen que los desalojen y luego se olviden de ellos, «tenemos el temor de que nos dejen encharcados».
Atrapados entre las barrancas y el río, en La Zurza viven casi 300 familias. Las aguas negras que vierten las cañadas hacen del paupérrimo sector un lugar pestilente. A menudo, cuando llueve muchas de las casuchas quedan anegadas por las cañadas o por el río, tan contaminado como aquellas.
La situación se ha empeorado desde que los constructores del Metro comenzaron a depositar miles de metros cúbicos de tierra a orilla del río Isabela donde construirán, además, la vía perimetral a un costo superior a los US$70 millones.Pero según algunos de los lugareños, es preferible vivir tranquilo en medio de la pobreza y no con la incertidumbre de un desalojo.
No obstante, los ingenieros de la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (Opret) a cargo de la obra aseguraron que tienen previsto la construcción de los barracones para reubicar a las familias que serán afectadas con los desalojos debido a la construcción de la avenida de circunvalación.
Empero, el dirigente comunitario Antonio Vásquez afirma que todavía las autoridades no tienen contemplado hacía dónde van a llevar a la gente.
Indicó que la Opret inició el relleno de una porción del terreno para construir barracones donde serán ubicadas las familias desalojadas, pero advirtió que todavía el lugar no ofrece seguridad por lo cual temen se les exponga a una catástrofe cuando el río Isabela o la Cañada del Diablo se desborden.
Sus declaraciones fueron secundadas por Heidi García, María del Carmen Gomera, Johnny Frías, Dominga Morillo, y otros vecinos de La Zurza.
García, cuya casa ya fue censada dijo que temen que la dejen en la calle «aquí dicen muchas cosas, primero dijeron que nos van a sacar de aquí, otros dicen que no, otros que nos van a dar un par de pesos, el hecho es que nunca dicen algo estable».
De su lado, doña María espera que las autoridades cumplan su promesa de proporcionarles viviendas seguras, «porque yo no creo que nos van a sacar de las casa para meternos en barracones, porque estamos en lo mismo».
La semana pasada, la Opret inició el censo de las casuchas que serán desalojadas para dar paso a la vía perimetral, una de las obras conexas del Metro a cargo del ingeniero Diandino Peña.
De acuerdo con la dirigente comunitaria Margarita Santos (Vicky) el tormento de la gente es que muchas personas serán desalojadas nadie sabe hacia dónde los van a llevar.
Asimismo, Juan Pablo Nolasco Vidal dijo que los dirigentes del Movimiento Cultural Gregorio Castillo (Mocugreca), de Capotillo, también están preocupados por la situación de la gente de La Zurza, «porque nosotros sabemos cuál ha sido la experiencia cuál es la experiencia que vive la gente cuando desalojan en algún lugar por una obra que vaya a ejecutar el gobierno, y más los trabajos que pasa la gente cuando los alojan en barracones, que se olvidan de ellos por el resto de sus vidas».
El dirigente popular advirtió que si es preciso recurrirán a cualquier método de lucha para hacer valer los derechos de los afectados.