POR ELIAS RUIZ MATUK
En Gualey, lugar donde residía el sargento policial Enriquillo Mora Lugo, asesinado por desconocidos, la gente teme denunciar los actos delincuenciales que son cometidos en su propio sector. El cadáver del policía asesinado fue trasladado por sus familiares a la comunidad de Carrera de Yegua, en Las Matas de Farfán, de donde son oriundos sus parientes.

Milcíades Lugo, de 53 años, primo del sargento Mora Lugo,  dijo que poco después de que su pariente fuera baleado por los desconocidos, él y los hermanos de la víctima lo trasladaron al hospital Luis Eduardo Aybar, pero al llegar ya su pariente había muerto.

Expresó que la Policía entregó el cadáver a sus parientes para que le dieran cristiana sepultura.

Mora Lugo vivía junto a su esposa Ana Iris de Mora, con quien procreó tres niños. En la casa número 28 de la calle 25 A, de Gualey, también residían sus hermanos conocidos solo por el vecindario como Amancio, Enrique, Mary, Miguela y Magui Mora Lugo.

En momentos en que Lugo hablaba con los periodistas, se acercaron varias amas de casa para informar que «la delincuencia está dura aquí, es que aquí se va mucho la luz de noche y los delincuentes se adueñan de las calles», dijo una señora que no quiso ser identificada.

Afirmó que todos deben encerrarse en sus casas a las 8:00 de la noche y cuidar a sus hijos para que no sean víctimas de tropelías.

De su lado, el reverendo Carlos Guzmán dijo que, gracias a Dios, él no ha sido víctima de la delincuencia «porque andamos por la derecha, pero oramos a Dios para que haya paz en estos barrios de la zona Norte de esta capital».