POR ARIDIO PERDOMO
MONTELLANO, Puerto Plata.- Los habitantes de este municipio temen que se repita la tragedia de Jimaní, en la región Suroeste, y La Jaiba, en esta provincia, por el desbordamiento de ríos en ambos lugares, que dejaron estelas de muertes, desaparecidos y daños a la propiedad privada.

La madrugada del pasado lunes se convirtió en una gran pesadilla para los residentes en cinco barrios de esta comunidad, porque sus viviendas y pertenencias fueron arrastradas por las aguas del río Camú, el cual salió de su cauce debido a los prolongados y fuertes aguaceros que se registraron en esta zona de la costa Norte.

Desde ese momento, 60 familias se encuentran a la intemperie como resultado de las crecidas originadas por los aguaceros asociados a un frente frío. Los moradores de los barrios Los Pérez, Los Cartones, El Mango, Buen Pan, El Tamarindo y El Anón se muestran atemorizados al relatar a Hoy lo sucedido esa madrugada, cuando el río creció y se desbordó, llevándose de encuentro 20 casas.

Las personas que resultaron afectadas coinciden en señalar que si el Gobierno no ordena de manera inmediata el desvío del río Camú, la situación seguirá igual y al paso del tiempo empeorará, por lo que sus temores aumentan.

Israel (Rey) Batista Gómez, presidente del Comité de Organizaciones para el Desarrollo y Progreso de Montellano, culpó a la empresa Caña Brava, areendataria del el ingenio Montellano, porque represó el río Camú, pero no protegió a los residentes en la ribera del mismo, “y ahora cuando llueve se producen derrumbes, y las aguas desbordadas penetran a las viviendas”.

Sostuvo que ese río ha perdido su cauce porque, además, propietarios de camiones volteos extraen material para fines de construcción en Puerto Plata, “y por eso ha comenzado a correr hacia la parte urbana y no a la rural”.

Por su parte, Ramón Subverví, quien reside en el barrio Los Cartones por más de 20 años, pidió al Gobierno que reubique en otro lugar a los moradores de allí, porque de seguir las cosas como van “moriremos ahogados en cualquier madrugada”.

Para el obrero Héctor Antonio Helena Recio, con diez años viviendo en el sector El Buen Pan, “es necesario que ese río sea desviado”, y recordó que hace algunos meses el INDRHI envió unos equipos para realizar esos trabajos, pero a los pocos días se los llevaron de manera sorpresiva”.

José Ventura, por su lado, explicó que en los 25 años que lleva residiendo en el barrio El Tamarindo nunca había visto una creciente como la que hizo el pasado lunes el río Camú, que se llevó de encuentro 20 viviendas. Dijo que las autoridades del Gobierno no deben esperar que se produzca una desgracia mayor para actuar en consecuencia, porque desde que comienza a llover los que viven en esos barrios “tiemblan de miedo, porque no saben si sus viviendas serán llevadas por el río Camú”.

Por su parte, la señora Zeneida Elivo lleva 15 años en el barrio El Anón, y recuerda que después que ocurrió hace dos años el terremoto en Puerto Plata, el terreno donde están asentados se ha debilitado grandemente, lo que provoca que una vez el río crece, toma su cauce hacia las viviendas, y por esta razón han sido destruidas allí más de diez en los últimos meses.

Pidió de las autoridades gubernamentales ir en auxilio de los moradores de esos barrios, “porque no queremos seguir perdiendo viviendas, pero mucho menos vidas humanas”. En términos similares se pronunció la señora Gabriela Altagracia, una de las primeras personas que habitó hace 40 años el barrio Los Cartones, y ha visto como el río Camú se ha llevado de encuentro varias viviendas ubicadas a gran distancia del mismo.

  Mientras tanto, Edgar Lantigua, asistente y designado gobernador provincial interino, en sustitución del licenciado Francis Vargas, informó que las personas afectadas por el Camú serán beneficiadas en las próximas horas con raciones alimenticias, frazadas y colchones, por el Plan Social de la Presidencia de la República.

  Vargas pidió una licencia para dedicarse a su campaña política  por la senaduría por esta provincia,

  Indicó que las autoridades están en contacto permanente con el secretario de Obras Públicas, ingeniero Freddy Pérez y el director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), ingeniero Frank Rodríguez, para que envíen técnicos especializados para determinar cuál es la solución definitiva al problema.