Temen inflación en los precios de los alimentos

Temen inflación en los precios de los alimentos

POR JENNY WIGGINS
La vieja sentencia de que “como vaya la plata, así irá la soya” es algo más que un curiosa pieza de sabiduría popular de los agricultores estadounidenses. Que los precios de las materias primas tienden a subir y caer al unísono es un fenómeno terriblemente serio para los consumidores de todo el mundo, mientras los costos de los alimentos suben marcadamente, en algunos países al paso más rápido de varias décadas.

Los precios de los productos básicos de la agricultura suelen ser volátiles, en parte, por las fluctuaciones del clima que afectan las cosechas. Pero lo que no es frecuente en los recientes incrementos de los precios es que tantos precios -todos, desde los granos hasta el aceite de nuez- estén subiendo marcada y simultáneamente.

Los observadores del mercado dicen que los precios de las materias primas están siendo movidos por la escasez en el suministro (en parte, debido al crecimiento de la industria de biocombustibles y una sequía en Australia), unida a incrementos en la demanda de países como China y la India.

Ellos advierten que el mundo podría estar enfrentándose a un periodo de “inflación alimentaria sin precedentes”, durante los próximos 18 meses, mientras las compañías de alimentos tratan de pasar los costos más elevados de las materias primas a los consumidores. “Podría ser una variante de la `tormenta perfecta´”, dice Michael Steib, analista de alimentos en Morgan Stanley. También alerta sobre las consecuencias humanitarias potenciales. “La accesibilidad podría convertirse en un problema en algunas partes del mundo”, dice.

El crecimiento anual de 6.7% en los precios de los alimentos observado en EEUU al comenzar el año, si continúa, sería el mayor incremento anual desde 1980. El Reino Unido es testigo de incrementos comparables, al igual que China, donde los alimentos han subido un 6.2% anual en el primer trimestre del año. En todos estos países, los precios de los alimentos están subiendo con mayor rapidez que los precios en general. “Es  una tendencia global”, dice Mislav Matejka, estratega de acciones europeas en JP Morgan. “La apreciación de los alimentos está en incremento”.

Nadie en la industria alimentaria tiene duda alguna de que la razón para la inflación del precio de los alimentos son los precios más altos para los productos agrícolas básicos. Lo que está en el centro del debate es por qué todas estas materias primas han subido de repente y por cuánto tiempo se mantendrán en ascenso.

Los precios “spot” promedio en dólares estadounidenses para el maíz subieron 86% en el primer trimestre, comparado con un año antes: el aceite de palma, 41%; la leche cruda en EEUU, subió 22.5%; el aceite de soya en 32%; el cacao, en  16%; y el café ha subido 23.5%, de acuerdo con datos aportados por  Morgan Stanley.

Goldman Sachs, el banco de inversión, cree que los incrementos en los precios llegaron para quedarse, en parte, porque la demanda de materiales agrícolas sin procesar es tan fuerte que los países tendrán que expandir la cantidad de tierra que dedican a cultivos para satisfacerla. Esto es más costoso que solo incrementar los rendimientos de la tierra cultivable actual, dice el banco. “La tierra cultivable va a ser más cara que los rendimientos de los cultivos”

La mayoría de los analistas dicen que la recuperación económica global también es una causa importante a largo plazo: en la medida que la gente se vuelve más rica, puede permitirse comer más carne, leche y huevos, que son más caros que otros alimentos básicos.

La Conferencia para el Comercio y el Desarrollo de la ONU (UNCTAD), que promueve la integración de los países en desarrollo a la economía mundial, dice que los incrementos en el ingreso per cápita y la expansión de la población urbana de los países en desarrollo llevará a un mayor consumo de productos agropecuarios, frutas y vegetales.

Un  análisis del crecimiento del ingreso en China publicado por la UNCTAD en abril también pronostica que ingresos más altos conducirían a un mayor consumo de aceites vegetales, carnes y productos lácteos, entre otros.

Aunque China tiene que enfrentarse a una demanda mayor de carne con el incremento de su producción propia, se espera que tenga que importar más aceites vegetales y algunos productos lácteos. El total de las importaciones agrícolas de China ha crecido con mayor rapidez de lo que se esperaba, al superar el doble entre 2001 y 2004, a US$33 millardos.

A los economistas les preocupa que el súbito incremento en el costo de  productos básicos como son los alimentos impulse la inflación. James Paulsen, jefe de estrategia de inversión en la compañía de asesoramiento financiero Wells Capital Management, dice que el alza en los precios de productos básicos no-energéticos, pudiera presagiar un incremento en la inflación central para el consumidor más avanzado el año.

Mientras tanto, las agencies humanitarias están preocupadas porque un precio sostenido en los precios dificulte más alimentar a personas en los países más pobres. Grez Barrow, vocero de la UNCTAD dice que el aumento en la demanda de productos sin procesar por parte de China, además de un dólar estadounidense más débil y costos más elevados por transportación están encareciendo las compras de alimentos.

Un alza sostenida en los precios de los alimentos significaría que la agencia tendría que pedir más dinero a los donantes o reducir la ayuda para los 90 millones de personas que alimenta, añadió.

Los analistas de bolsa han empezado a degradar los precios accionarios de las compañías de alimentos, que según ellos, tendrán problemas para traspasarle los aumentos en los precios de los productos crudos a los consumidores.

Deutsche Bank redujo la semana pasada  las calificaciones de varias acciones y menciona  su preocupación real por el impacto de los incrementos en los precios de las compañías, por los márgenes de ganancias futuras, mientras que Morgan Stanley redujo igualmente su calificación a Numico.

Nestlé, el grupo alimentario de Suiza, anunció el mes pasado que no solo está enfrentando costos más altos para los granos, el maíz y el café verde, sino que el precio de la leche (su principal costo) “se ha disparado como un cohete”.

Los productos agrícolas sin procesar, representan, por lo general entre 20% y 25% de los costos de una compañía alimentaria. Nestlé y Unilever,   además de otras compañías productoras de alimentos y bebidas han estado subiendo sus precios para tratar de recuperar parte de los incrementos en los costos de las materias primas.

Sin embargo, a los analistas les preocupa que los detallistas de alimentos pronto empiecen a hacer resistencia a los intentos de las compañías productoras de traspasar los  nuevos costos mediante incrementos en los precios, y estas a su ves, han estado buscando alternativas a la elevación de precios.

Una  compañía dijo recientemente que había empezado a “jugar con la formulación [de sus productos] para tratar de disminuir costos, como el método de utilizar menos aceite de canola en sus margarinas.

Una táctica que contó con el favor de compañías en el pasado es vender menos alimentos por el mismo precio.

 Es famoso el caso de Hershey, que mantuvo el precio de su marca de su barra de chocolate a un “nickel” (US$0.05) entre 1900 y 1969. Cuando los precios del cacao subieron, sencillamente compró menos y redujo el tamaño de la barra. Esto funcionó hasta los años 70, cuando una inflación desatada lo hizo insostenible.

Esta estrategia está siendo adoptada ahora por los productores de cereales. John McMillin, un analista de alimentos en Prudencial Securities, dice: “Los productores de cereales están disminuyendo las cajas. El problema está en ver si los estadounidenses se van a dar por enteradoso no.”

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE IVÁN PÉREZ CARRIÓN

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