LONDRES (AP).– Líderes de todo el mundo y expertos en terrorismo dijeron que la muerte de Abu Musab al-Zarqaui representa un golpe para al-Qaida, pero advirtieron que su red podría intensificar su campaña de destrucción y muerte.

La desaparición del líder terrorista en un ataque aéreo en Irak generó alivio, pero también advertencias sobre su mortífero legado.

Desde Katar a Kabul, comandantes militares se regodearon con la matanza de un hombre conocido por las decapitaciones, entre ellas la de un estadounidense difundida en video.

«Esto es muy importante. Todos saben que no ha terminado, pero esto es muy importante’’, expresó el portavoz del comando central estadounidense, el capitán de la marina Frank Pascual. «La guerra contra el terrorismo no termina hoy. Los conflictos y contiendas seguirán. Pero se ha decapitado a una organización despiadada’’.

El secretario general de las Naciones Unidas Kofi Annan, en tanto, expresó que al-Zarqaui fue responsable de «numerosos crímenes atroces’’ y dijo que su muerte debería consolar a la población iraquí.

«Obviamente, no podemos pretender que esto signifique el fin de toda la violencia, pero es un alivio que un hombre tan atroz y peligroso que ha causado tanto daño a los iraquíes ya no esté por allí para continuar con sus actividades’’, indicó Annan.

El gobierno de Afganistán _territorio que albergó a Osama bin Laden y sus campamentos de entrenamiento terrorista antes de que la invasión estadounidense terminara con el régimen Talibán_ festejó la muerte de al-Zarqaui.

Sus ataques también mataron a muchos musulmanes, incluyendo mujeres y niños, convirtiéndolo en un paria en algunas partes del mundo islámico.

«La muerte de Zarqaui no es el fin del terrorismo en el mundo, pero es un paso importante para librar al mundo de la amenaza del terrorismo’’, expresó el presidente Hamid Karzai en un comunicado. «Este éxito debería alentarnos a todos, tanto en el mundo musulmán como más allá, para continuar y reforzar nuestra lucha común contra el terrorismo’’.

Tanto el presidente estadounidense George W. Bush como el primer ministro británico Tony Blair contrapusieron su satisfacción con advertencias de que la batalla contra el terrorismo está lejos de haber finalizado.

«Tenemos días difíciles por delante en Irak y eso requerirá que la población estadounidense siga teniendo paciencia’’, expresó Bush.

El ministro de Relaciones Exteriores palestino, por su parte, dijo que la muerte de al-Zarqaui representa sólo una pequeña pérdida para el movimiento de resistencia antiestadounidense en Irak.

Mahmoud Zahar, miembro del nuevo gobierno liderado por el grupo islámico fundamentalista Hamas, manifestó que los palestinos están «bendiciendo cada esfuerzo para eliminar la existencia de la ocupación’’.

«Estamos completamente seguros de que ningún asesinato de nadie que esté en la resistencia … terminará con la resistencia’’, sostuvo Zahar en declaraciones formuladas desde Islamabad tras reunirse con funcionarios paquistaníes.

El primer ministro de Japón Junichiro Koizumi dijo que se trataba de «un paso adelante’’, y el vicecanciller Katsutoshi Kaneda manifestó sus esperanzas de que se genere un nuevo período de estabilidad.