La Romana. El pabellón de gimnasia del complejo deportivo Pedro Julio Nolasco se encuentra en en condiciones deplorables. Es tal su avanzado estado de deterioro que existe el temor de que la obra levantada para los XII Juegos Deportivos Nacionales en el 2000  se desplome en cualquier momento.

El techo está oxidado y agrietado, al parecer vencido por la lluvia, que, además, ha provocado daños al piso de madera. Las columnas que lo soportan también se encuentran  oxidadas.

“Si no se presta atención urgente, este pabellón podría desplomarse en cualquier momento”, asegura el entrenador Elías Castillo.  “Practicar deportes en estas condiciones es un peligro para la vida de los niños, las niñas y los entrenadores”, añade.

Explicó que en el pasado reciente cayeron dos lámparas (del techo) “y gracias a Dios en ese momento no había nadie en el lugar, porque de lo contrario hoy lo estaríamos lamentando”, sostuvo.

Indicó, además, que al peligro que representa la posibilidad de que el pabellón se desplome se agrega el hecho de que las actividades de gimnasia, en sus modalidades rítmica y artística, se desarrollan en condiciones muy precarias.

“No contamos con los aparatos, utilería ni nada, prácticamente desarrollamos nuestras actividades a manos peleadas”, dijo.

Y de hecho, la barra está arrinconada a un lado  pabellón y la falta de una base la ha convertido en un cordel en el cual muchos de los asistentes tienden ropas o cuelgan sus bultos. El “caballo” pasó a ser, de la herramienta esencial para los ejercicios aéreos a un pedazo de corcho que utilizan los niños para sentarse.

Pese a este ambiente deprimente, Castillo se traslada varios días a la semana desde San Pedro de Macorís a La Romana para cumplir con un programa de entrenamientos, dirigido a formar buenos atletas en la disciplina de gimnasia.

Los robos.  Castillo también se refirió a la falta de seguridad en la instalación, situación que aprovechan los “ladrones” para llevarse todo lo que encuentran.

“De aquí se han llevado todo, lo primero que se llevaron fue las puertas y al estar abierto todo el mundo entra y sale cargando con lo que necesite en su casa”, manifestó.

Explicó que se han llevado las ventanas, inodoros, puertas internas, han despegado portones y cargan con ellos.

“Las prácticas tenemos que hacerlas en horas del día porque cuando llueve se oscurece y no nos permite trabajar ya que se robaron todas las extensiones eléctricas: alambres, bombillas, interruptores, hasta las tuberías que iban por fuera se las han llevado”, expuso. 

Las claves

1.  Vigilancia

La falta de vigilancia no solo afecta al pabellón de gimnasia, sino  a todo el complejo deportivo.

2. Niños se alejan

Muchos de los niños y niñas que practicaban gimnasia han tenido que abandonar el pabellón, por temor a que el mismo se derrumbe y por la falta de seguridad en el lugar.

3.  Sigue la práctica

Pese al ambiente deprimente se sigue haciendo deporte.