Temen terroristas obtengan bombas y material nuclear

Temen terroristas obtengan bombas y material nuclear

VIENA (EFE).- Expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) consideraron ayer en Viena como «real» la posibilidad de que terroristas pudieran hacerse con materiales nucleares o radiactivos con el objetivo de perpetrar atentados terroristas. Slava Turkin, responsable del banco de datos de tráfico ilícito del OIEA (ITDB, en sus siglas en inglés), aseguró ante la prensa en la capital austríaca que «hay millones de fuentes radiactivas en el mundo, mientras que su seguridad y medidas de control son muchas veces inadecuadas».

   El ITDB es un banco de datos que se nutre de información entregada por 82 países miembros del OIEA, entre ellos también España y una decena de estados latinoamericanos.

   Desde el año 1993 se registró un total de 662 casos de tráfico ilegal de materiales nucleares o radiactivos, 93 de ellos tan sólo el año pasado.

   Por su parte, Richard Hoskins, experto en seguridad nuclear en el OIEA, aseguró que según los datos recabados por el organismo en los últimos doce años, «queda claro que materiales nucleares o radiactivos están disponible» para fines terroristas.

   «No hablamos del potencial terrorista, sino del potencial para disponer de estos materiales, que en muchos casos no están seguros», aclaró Hoskins en una rueda de prensa en el marco de la 49 Conferencia General del OIEA.

   Según el organismo, el número de casos denunciados ha aumentado de forma notable en los dos últimos años.

   La mayoría de los casos confirmados estaban relacionados con actividades criminales como robos, la posesión ilegal, intentos de contrabando o de venta ilegal de materiales.

   Entre los materiales nucleares destacan el uranio altamente enriquecido y el plutonio, ambos con aplicaciones en la construcción de bombas nucleares, mientras que fuentes radiactivas, como distintos isótopos, pueden servir para las llamadas «bombas sucias».

   Según Turkin, la mayor parte de los materiales nucleares traficados de forma ilícita fueron registrados entre los años 1993 y 1995, con cantidades «sustanciales», o sea, de hasta 3,0 kilos.

   «En los últimos cinco años, las cantidades fueron inferiores, entre 500 miligramos y 700 gramos», aseguró el experto del OIEA.

   No obstante, Turkin destacó la preocupación del organismo de que los materiales incautados o encontrados en los últimos años sólo fueran «muestras» de cantidades mucho mayores.

   Añadió que la mayoría de los casos de tráfico se produjeron «motivados por los proveedores» y no por la demanda, lo que significaría que no siempre existe un mercado para estos materiales o artefactos.

   «No obstante, no podemos descartar que también exista un mercado impulsado por la demanda», dijo el experto del OIEA, que en ningún momento quiso facilitar información sobre incidentes concretos y regiones geográficas en los que se contabilizaron más casos.

   El banco de datos de tráfico ilícito del organismo internacional encargado de velar por la seguridad nuclear en el planeta fue creado para facilitar el intercambio de información de las autoridades de los países miembros.

   A lo largo de los años, los objetivos del banco de datos se ampliaron a mantener y analizar esta información para identificar tendencias y esquemas comunes.

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