Temen una gran tragedia

Temen una gran tragedia

POR GERMAN MARTE
Una parte de los moradores de La Ciénaga, en el lugar donde el lunes se produjo un derrumbe que cobró la vida de dos hermanos, vive “con el corazón en la boca” por miedo a que  ocurra un nuevo deslizamiento de tierra que cause una gran tragedia.

Residentes en el  sector dijeron a  HOY que algunas familias no han vuelto a dormir con tranquilidad, desde  la madrugada del lunes, cuando La Ciénaga aportó dos de las primeras víctimas de la tormenta tropical Noel que sorprendió al gobierno y al país,  dejando una estela de muerte y destrucción.

Domingo Bueno Paulino, dirigente comunitario, explicó que debido a la gran cantidad de lluvia de los últimos días, el suelo está saturado.

“Y en cualquier momento puede haber un derrumbe”, advirtió.

Indicó que alrededor de 200 familias de La Ciénaga habitan en   la ladera donde el lunes perdieron la vida los hermanos Johnny y Ronny Rodríguez

Hablando en nombre de la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo de La Ciénaga (Codeci), Bueno Paulino pidió al gobierno declarar el lugar en estado de emergencia, para evitar una desgracia mayor.

Martha Berveré, residentes en la calle respaldo La Marina número 120, en el mismo callejón donde murieron los hermanos Rodríguez, dijo que tiene el temor de que ocurra otro derrumbe.

Su vecina Elba Perdomo  afirmó que de noche se siente la arenilla caer sobre el cinc de su casa.

Asimismo,  Bueno Paulino, afirmó que unas  400 familias del barrio cuyas casas  quedaron inundadas o semidestruidas por la crecida del río Ozama y varias cañadas que allí desembocan, están en condiciones críticas, por lo que se precisa  la intervención urgente del gobierno para sacarlas del lugar y trasladarlas a un lugar seguro.

Las familias más afectadas, a parte de las que viven en la franja de la loma,  según Codeci, son las que residen en  El Arrozal, Los Cocos y en la parte más cercana al río.

Consideró que los bomberos y Salud Pública deben realizar un operativo de limpieza y saneamiento en el sector para evitar brotes de enfermedades.

En La Ciénaga quedan alrededor de 150 casas inundadas de agua y lodo.

Entre estas están las casuchas de Ramón Domingo Bueno, Leopoldina Custodio y José Ventura.

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