BRASILIA. AFP. Michel Temer dice que su gobierno es legítimo. Pero el presidente interino de Brasil arranca su mandato en medio de fuertes críticas a su gabinete conservador integrado solo por hombres blancos y con protestas y cacerolazos. «La reacción popular al golpe continúa y las manifestaciones de protesta y denuncia deben continuar», escribió ayer en las redes sociales Rui Falcao, el presidente del izquierdista Partido de los Trabajadores de Rousseff y Lula, que gobernó Brasil durante más de 13 años. Las tormentas se avecinan tanto en el frente interno como externo para este gobierno de perfil conservador y liberal en la economía: a los manifestantes que acusan a Temer de golpista y traidor se suma el rechazo de varios gobiernos de izquierda de la región que no lo reconocen como presidente. El domingo miles de personas marcharon contra el nuevo gobierno en Sao Paulo y Belo Horizonte, acusándolo de «ilegítimo», «fraudulento», «machista» y «sin representatividad».