Brasilia.– El presidente interino de Brasil, Michel Temer, dijo hoy que lamentó “muchísimo” la detención del exministro Paulo Bernardo Silva por asuntos de corrupción, pero aseguró que “es preciso prestar obediencia a las decisiones de la Justicia».
“Lamento muchísimo este hecho, que es doloroso”, hasta porque fue detenido “delante de sus hijos”, pero “es preciso prestar obediencia a las decisiones de la Justicia”, declaró en una entrevista con la Radio Estadao.
Silva, detenido este jueves, ocupó la cartera de Planificación durante la gestión de Luiz Inácio Lula da Silva y fue ministro de Comunicaciones durante el Gobierno de la mandataria Dilma Rousseff, suspendida de sus funciones el pasado 12 de mayo por un juicio de destitución y sustituida por Temer.
El arresto ocurrió en la residencia oficial de su esposa, Gleisi Hoffmann, quien es senadora y por eso mismo goza de inmunidad, lo que llevó a la Cámara alta a criticar la acción policial y pedir que sea anulada. «¿Se puede entrar en un predio que es propiedad del Senado o no es posible por la inmunidad parlamentaria? Es sin duda un problema jurídico, pero creo que es preciso prestar mucha obediencia a los principios de la Justicia”, declaró Temer.
El presidente interino también expresó su deseo de que no haya conflictos entre el Senado y el Poder Judicial por esa decisión, ya que “es preciso mantener la armonía” entre los poderes del Estado. No obstante, aclaró que en ese punto no le correspondía emitir una opinión, sino solo manifestar su esperanza en que “si hay un supuesto litigio, se revuelva pronto».
Silva, representativo dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), fundado por Lula y al que también pertenece Rousseff, ha sido acusado de integrar una red de corrupción que operó entre 2009 y 2015 en el Ministerio de Planificación.
Según las autoridades, esa red se apropió en forma ilegal de unos 100 millones de reales (unos 29 millones de dólares) a través de fraudes con préstamos que la banca estatal concede de empleados públicos y jubilados.
La Policía Federal asegura que el 30 % del dinero obtenido por esa red iba directamente a las arcas del PT, que participaba en el asunto a través de su antiguo tesorero Joao Vaccari, condenado a 15 años de prisión por su participación en asuntos de corrupción en la estatal Petrobras