La temporada ciclónica, que iniciará el 1 de junio y concluye el 30 de noviembre, se espera que sea más activa de lo normal, con el desarrollo de 13 a 14 tormentas, de las que seis podrían intensificarse hasta alcanzar categorías de huracanes y dos llegarían a ser considerados huracanes intensos, informó ayer la directora de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), ingeniera Gloria Ceballos.
Expresó que los ciclones intensos alcanzarían categorías 3, 4 ó 5 en la escala de Saffir-Simpson.
Anunció que a partir de este lunes continuarán los aguaceros, combinados en una vaguada frontal en el Norte y el arrastre de humedad del viento del Sureste, que arrastrará campos nubosos desde el Suroeste. Pronostica que los mayores acumulados de lluvias serán en la vertiente Sur de la Cordillera Central, “que pueden ser muy significativos, sobre todo para los primeros días de la semana: martes y miércoles, con acumulados de lluvias superiores a los 100 milímetros”.
Las lluvias se van a manifestar en todo el territorio dominicano, pero los acumulados serán más significativos en San Pedro de Macorís, gran Santo Domingo, San Cristóbal, Peravia, Azua y todo el litoral Sur. Pide a la población estar atenta a los organismos de protección civil y a los boletines de la ONAMET
Destacó que este año ha habido temperaturas más cálidas que las registradas en 2015. Lo mismo esperan para el resto del 2016.
Fenómenos. Lo normal es que en una temporada ciclónica en la cuenca del océano Atlántico Norte se formen unas 12 tormentas nombradas, pero para este 2016, se pronostica la formación de hasta 14 tormentas. Ceballos precisó que a diferencia del 2014 y del 2015, que tuvieron temporadas ciclónicas poco activas, este año vamos a tener la presencia del “fenómeno de La Niña”. Desde finales del 2013, el país, la cuenca del Caribe y la cuenca del Atlántico pasaron por una gran sequía, “debido al fenómeno El Niño, ya que las lluvias que generalmente contribuyen a que no haya sequía en el territorio tienen que ver con los fenómenos tropicales, como las vaguadas, las hondas, los mismos ciclones tropicales”.
El Niño es un calentamiento de las aguas del Pacífico Ecuatorial, que se manifiesta con un enfriamiento de las aguas del Atlántico, y esto inhibe la formación de las tormentas tropicales. La funcionaria manifestó que en el 2015 hubo menos ciclones tropicales en el área del Atlántico Norte.
Precisó que como cesó El Niño, desde comienzo del año se manifestó el debilitamiento y las aguas del Pacífico se enfrían.
Ahora es período de tránsito en cuanto al tiempo, sin fenómenos de Niño o Niña. Pero Ceballos advierte que todos los modelos indican que las condiciones están dadas para que a partir del verano, entre La Niña, fenómeno climático que se manifiesta con un enfriamiento de las aguas del Pacífico y un calentamiento de las aguas del Atlántico, todo lo contrario a El Niño.