El inicio de la temporada de cruceros 2012-2013 es un acontecimiento regocijante para un país, que tiene el turismo como una de sus principales fuentes de ingresos en divisas, de generación de plazas de trabajo y de demanda de bienes y servicios de origen local. La actual temporada comienza con buenas señales, pues este año se adicionan cuatro nuevas líneas de buques a las que frecuentan desde hace tiempo el puerto  Sansoucí-Santo Domingo.  Esto significa un aumento en el número de turistas que eligen nuestro país como parte de sus itinerarios de vacaciones. Es un aumento que apuntala los esfuerzos oficiales porque el país logre incrementar el ingreso de turistas hasta diez millones.

Para que nuestra meta en materia de cruceros logre el éxito apetecido tenemos que esforzarnos por mejorar algunos aspectos relevantes. El puerto Sansoucí-Santo Domingo no puede continuar bajo los efectos de la basura que arrastra el río Ozama. Se necesita que la limpieza del área de puerto sea una constante y para ello es necesario que el saneamiento del río también lo sea. En el pasado, líneas de cruceros eliminaron de sus itinerarios este puerto debido a la basura que se acumulaba en la ría. En otros puntos, como Puerto Plata, otras causas ahuyentaron a los cruceros. Hagamos lo necesario para que cada vez más líneas de cruceros, y por consiguiente más visitantes, agreguen a nuestro país en sus itinerarios.

Preocupación por la malaria

Entre los años  2000 y  2010, los casos de malaria aumentaron en nuestro país, Haití y Venezuela, mientras que en el resto de América disminuyeron en un 40%. Un informe conjunto de la Organización Mundial de la Salud y RollBack Malaria  destaca esta  situación sanitaria que debe preocupar a nuestras autoridades. Los gobiernos de  República Dominicana y Haití ya tienen un acuerdo para, de manera conjunta,  combatir y erradicar esta enfermedad. Tal vez sería conveniente incorporar a Venezuela.

Lo que llama la atención es que el aumento de los casos de malaria en estos tres países se haya producido en el mismo período en que la enfermedad bajaba un 40% en el resto de América. Las autoridades de estos países deberían revisar sus estrategias de combate de la malaria y analizar bajo cuáles circunstancias ha aumentado la incidencia. Recordemos que en una época más atrasada estuvimos libres de malaria.