BOGOTÁ. Las fuertes lluvias que azotan desde febrero a la mayor parte del territorio colombiano y han dejado 389 muertos y miles de damnificados continuarán hasta fines de junio.
“Estamos en alerta máxima ya que las precipitaciones están llegando a su punto más alto, donde han ocasionado el desbordamiento de varios ríos y el bloqueo de vías”, dijo a The Associated Press Omar Franco, director del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales.
De los 32 departamentos que conforman el país, 28 han sido golpeados por “la temporada invernal en Colombia que se nos adelantó… terminaría hasta finales de junio”, indicó a AP Carlos Iván Márquez, jefe de la Unidad Nacional de Desastres. Agregó que “hasta el momento estas lluvias han dejado un saldo de 389 muertos, varios desaparecidos y miles de damnificados y afectado 306 municipios de los más de 1.000 que hay en el país”.
“Estamos con las familias afectadas… y con todos los damnificados por lluvias”, tuiteó el presidente Juan Manuel Santos, quien convocó para el martes a un consejo de ministros donde se evaluará la situación.
Luego del consejo Santos señaló en la sede presidencial que en la temporada invernal se han presentado 174 deslizamientos, 210 inundaciones y 56 vendavales que dejaron unas 22.000 familias afectadas.
“Desde el fenómeno de La Niña en el año 2010 esta temporada de lluvias ha sido la más intensa que ha tenido el país. Las lluvias han llegado a su punto máximo esta última semana… va a seguir lloviendo pero no con la intensidad que hemos tenido estos últimos días y tenemos que mantener la guardia arriba y todos los ojos puestos en nuestros sistemas de prevención de riesgos”, agregó Santos.
Santos sostuvo que esto es resultado del cambio climático y recordó que en 2015 y 2016 “fueron todo lo contrario, una gran sequía… Hace un año estábamos pidiéndoles a colombianos que ahorraran energía para evitar un racionamiento”.
Colombia sufrió este año varias tragedias debido a las lluvias de las cuales la de mayor dimensión fue la avalancha en Mocoa, donde murieron más de 300 personas y hubo miles de damnificados, seguida de la de Manizales que dejo más de 20 muertos y dos más el pasado fin de semana en el Meta. La víspera fallecieron tres personas y varias familias fueron damnificadas por un alud en la población de Soacha, al sur de Bogotá.
“No hemos bajado la guardia con la disponibilidad tanto de alimentos, albergues, de maquinaria para atender en diferentes regiones del país que nos necesiten y estamos listos para cualquier eventualidad y en alerta máxima para ayudar”, agregó Márquez.