POR ROSA FRANCIA ESQUEA
Concluyó el año escolar e incluso ya pasó la primera convocatoria de las Pruebas Nacionales. Muchos niños y niñas están disfrutando de las vacaciones porque aprobaron todas sus asignaturas. Algunos están asistiendo a los campamentos, que por su variedad ofrecen ilimitados atractivos para ellos: actividades deportivas, visitas a lugares de interés cultural, histórico, turístico y ecológico, entretenimientos, clases de arte, bailes, manualidades, reforzamiento de idiomas, clases de computadoras, juegos
Otros están de viaje visitando familiares fuera y dentro del país.
Algunos se quedan con sus padres ayudando en las tareas del hogar, lo que está muy bien.
Hay también empresas que en las vacaciones reciben a los hijos de su personal en calidad de empleados y hasta les dan alguna retribución económica. Son programas muy positivos porque a la vez que enseñan a los niños alguna actividad productiva los compenetra con el quehacer de sus padres y de sus madres.
Sin embargo, hay otros que no pueden disfrutar a plenitud de las vacaciones porque han reprobado asignaturas que deben examinar en los próximos meses y tienen que reforzar los conocimientos.
Recuerdo que en una entrevista que hice a la profesora y psicóloga Marcia Jiminián de Moquete ella manifestó que en esos casos es aconsejable que algún hermano que esté más avanzado ayude, o algún amiguito del mismo grado que domine bien la materia.
Ella dijo que a esos infantes no se les debe privar totalmente de sus vacaciones y recomendó también que ese período sea aprovechado para enseñar a los niños y niñas a pegar botones, hacer ruedos y algunas tareas del hogar.
Yo pienso también que aunque hayan pasado de curso no deben abandonar totalmente los estudios, tienen que fomentar la lectura y los que no estén en campamentos pueden aprovechar para hacer algunos cursos, como de computadoras y otros que sean de su interés.
Muchas madres, y algunos padres, programan las vacaciones de su trabajo de manera que coincida con las de sus hijos y poder disfrutarlas juntos, lo que me parece muy bien, porque siempre es importante aprovechar cualquier oportunidad para estrechar los lazos familiares y fomentar los valores morales y religiosos.
En fin, me uno al regocijo de los y las estudiantes que aprobaron; espero que les vaya bien a los que todavía tienen asignaturas pendientes de examen y que todos y todas disfruten a plenitud de las vacaciones.