Asistir a un concierto sinfónico es una fiesta, y como tal el tercer concierto de la Temporada Sinfónica 2023, dirigido por el maestro puertorriqueño Jaime Morales, inició con la Obertura de la Opereta “El Murciélago”, de Johann Strauss.

La brillante Obertura es una síntesis, un preludio a la atmósfera de fiesta de la gran opereta. Luego de la introducción, el ritmo del vals se apodera de todos y nos transporta a la emblemática ciudad de Viena, donde el compositor se convirtió en el rey del vals. Excelente instrumentación y acertada dirección.

La fiesta musical continuó con el concierto del compositor alemán Robert Schumann, para Chelo y orquesta en La Menor Op.129, teniendo como solista nuestra gran chelista Nicole Peña-Comas.

Los tres movimientos del concierto llevan títulos en alemán: Nicht zu schnell -no demasiado rápido-, Langsam -lento- y Sebr lebhaft -no demasiado ligero-Lento muy vivaz-. Tras una breve introducción, inicia el primer tema con una expresiva y extendida melodía del violoncelo.

Sin solución de continuidad el complejo segundo tiempo Langsam, es un reto, con tresillos de pizzicatos en la mitad del movimiento, se constituye en un momento esencial para la solista, luego con el tutti orquestal, alcanza el concierto momentos de gran belleza, que nos conduce a un estado de placidez, Nicole muestra su depurada técnica.

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Sin pausa, el tercer movimiento “muy animado” el Chelo solista, es el gran protagonista, desarrolla sus partes, la orquesta acompaña, la cuerda alude al tema del primer movimiento; la cadenza previa a la conclusión es un pasaje brillante, un despliegue de posibilidades que la solista realiza con un derroche de virtuosismo.

Sin interrupción llega el final, la orquesta finaliza con una hermosa coda. Nicole Peña-Comas, comunicativa, muestra un fino sentido musical y depurada técnica, su carrera ascendente la colocan en un lugar cimero.

Jaime Morales dirige con accionar elocuente, sabe extraer los matices de la partitura. El público ovacionó largamente a Nicole, al director, a nuestra Sinfónica Nacional.

Luego del intermedio, el concierto concluye con la Sinfonía No. 4 del compositor, Johannes Brahms. De gran musicalidad, belleza sonora, riqueza emocional y lirismo, esta la última Sinfonía del compositor, al decir de los musicólogos: “Hay en ella un mensaje que trasciende lo humano”.

En el primer movimiento Allegro nom troppo, escrito como la tradicional sonata, de carácter cantábile, los violines cantan una vieja melodía alemana.

El segundo movimiento Andante moderato, abre con la llamada de las trompas en una especie de fanfarria, las cuerdas tocan en pizzicato; un segundo tema emotivo, es enunciado por los chelos.

El tercer movimiento Allegro Giocoso, cercano al Scherzo, remite a una danza popular en tiempos del compositor. El tutti presenta el tema principal, luego los siguientes por los violines y el viento madera.

El último movimiento Allegro enérgico e passionato – Piú Allegro- es una Passacaglia; un hermoso solo de la flauta introduce, luego el tema es tocado por el contrabajo y finalmente por el resto de la orquesta, concluyendo en un himno triunfal. La dirección de Jaime Morales es precisa, marca los Tempi con precisión, sin excesos de velocidad, y fraseos de claridad; director expresivo, propicia que fluya la esencia de la música. La Sinfónica Nacional mostró una vez más, el gran nivel alcanzado

En agradecimiento a los calurosos aplausos recibidos, el director ofrece un “encore”, una pieza que conecta nuestras dos islas, la hermosa canción “Preciosa” del compositor puertorriqueño Rafael Hernández, en un arreglo sinfónico del compositor dominicano José Dolores Cerón.

Y es que como dicen sus versos “Preciosa te llaman las olas del mar que te bañan”, son las mismas olas que bañan a nuestra bella Quisqueya. Una noche inolvidable, y una vez más… Bienvenido maestro Jaime Morales.