REDACCIÓN CENTRAL DE EFE.- El temporal de lluvias y viento huracanado que azota el norte de Europa causó 18 muertos y desaparecidos en Suecia, Dinamarca, Reino Unido y Alemania, así como miles de evacuados y el cierre de la navegación en la región rusa de Kaliningrado.

   Siete personas fallecieron en Suecia, cuatro en Dinamarca y tres en el Reino Unido, donde también hay dos desaparecidos, al igual que en Alemania.

   Suecia, y más concretamente el sur del país escandinavo, fue el más afectado por el aguacero y los fuertes vientos.

   En la región de Skaane, dos personas murieron al ser aplastado su coche por un árbol; otra, por balas de paja; y una más al caerse de una escalera cuando subía al tejado de su casa, informó hoy SOS Alarm, empresa adjudicataria de los servicios de emergencia suecos.

   Además, en Smaaland, la caída de un árbol mató a tres personas cuando intentaban despejar el camino en una carretera, mientras que otra fue atropellada en circunstancias similares.

   Cinco de las once centrales nucleares suecas fueron apagadas por razones de seguridad, y mientras que el tráfico aéreo se reanudó hoy en todo el país, parte de las líneas ferroviarias del sur de Suecia permanecían fuera de funcionamiento a primera hora de la tarde.

   A esa hora, casi 400.000 familias seguían sin luz y 200.000 sin teléfono, aunque se espera reparar las averías a lo largo del día.

   En Dinamarca, en cuya zona occidental se registraron vientos huracanados de más de 150 kilómetros por hora, cuatro personas perdieron la vida en las islas de Fionia y Selandia por desprendimientos de techos y árboles caídos.

   El tráfico ferroviario y aéreo danés, que habían estado paralizados durante horas, volvieron a funcionar con normalidad.

   Alrededor de 60.000 familias danesas sufrieron apagones de luz y medio millar fueron evacuadas en Skive por el peligro de inundaciones.

   Los efectos del temporal fueron mucho menores en Noruega, donde las autoridades no registraron ninguna muerte, si bien 20.000 familias padecieron averías eléctricas.

   En el Reino Unido, tres personas murieron y dos se dan por desaparecidas por las inundaciones que, acompañadas de un intenso vendaval, han azotado varias regiones sobre todo del norte del país.

   Un hombre fue aplastado al derrumbarse un granero sobre la caravana que conducía en Cumbria, al sur de Escocia, mientras que dos ancianas murieron en sus casas de la localidad de Carlisle, que habían quedado anegadas por las aguas.

   Hay, además, dos desaparecidos en West Yorkshire, norte de Inglaterra, y Morayshire, Escocia, según la BBC.

   Miles de personas tuvieron que ser rescatadas de sus casas en Carlisle, localidad muy próxima a la frontera escocesa, y pasaron la noche en los refugios habilitados por las autoridades.

   Aunque en esa ciudad, la más castigada por el temporal en el Reino Unido, el nivel de las aguas ha cedido algo, los meteorólogos prevén nuevas lluvias.

   La policía ha advertido a los evacuados que no regresen de momento a sus casas y han aconsejado al resto que permanezcan en sus domicilios mientras no mejore el tiempo.

   La policía de Cumbria ha aconsejado a la población, sobre todo a los niños, que eviten el contacto con el agua contaminada en las zonas inundadas por el riesgo de gastroenteritis y de hepatitis A.

   Alrededor de 70.000 hogares se quedaron la pasada noche sin electricidad en toda esa región, al igual que 7.000 en Irlanda del Norte.

   Mientras tanto, cien personas que tuvieron que pasar la noche en un transbordador procedente de Irlanda del Norte que encalló en el puerto de Cairnryan, en la costa occidental de Escocia, pudieron llegar a tierra.

   En Alemania, dos estudiantes de 19 años que practicaban el pirag~ismo han desaparecido en el «land» de Schleswig-Holstein, fronterizo con Dinamarca, y la policía y bomberos ya no confían en encontrarlos con vida.

   Hoy se reanudaron las tareas de rescate en el lago con buceadores que tuvieron que abandonar su intervención a causa del mal tiempo y las corrientes del lago.

   El temporal de lluvia acompañado de vientos huracanados hizo que la región rusa de Kaliningrado suspendiera hoy la navegación por el canal y cerrase todos los puertos de mar en este enclave del Báltico, informaron las autoridades locales.

   Unos 50 barcos están amarrados en los puertos a la espera del permiso para poder cruzar el canal de Kaliningrado, territorio que se encuentra aislado del resto de Rusia por tierra y que es fronterizo con Polonia y Lituania.

   El temporal causó desperfectos en 140 centrales eléctricas rusas, arrancó unos 40 árboles y destrozó un gran número de tejados y balcones en edificios de viviendas. EFE