UBI RIVAS
En menos de 50 días de iniciar su segundo mandato constitucional, el presidente Leonel Fernández ha logrado concretizar dos de sus cinco retos más importantes, estabilizando en más de 1,300 megas de un total de 1,600 megas de demanda en horas picos de energía eléctrica.

También, impulsar el Plan Comer Primero entregando las primeras seis mil tarjetas de $550 mensuales a seis mil madres pobres, de un total de 250 mil que abarca el ambicioso plan social, apuntalado por los mercados de productores fijos y móviles del INESPRE, que benefician a 400 mil hogares pobres.

Los otros tres retos grandotes del presidente Fernández para los cuales dispone no ya de un 57% que le apoyamos para escalar el Solio Presidencial, sino de la ciudadanía toda absolutamente, son estabilizar la prima del dólar entre 30 a 35 x 1, reducir la escalada delincuencial que tiene aterrada a la ciudadanía, disponiendo el refuerzo de la Policía con los soldados de nuestras gloriosas Fuerzas Armadas.

El último gran reto del presidente Fernández es restaurar por lo menos la degradada cuenca del ex-río Yaque del Norte, con su consecuencial saneamiento, sometiendo a la obediencia a quienes, a la altura de tanto Jarabacoa, como en mayor nivel hórrido, en Santiago de los Caballeros, polucionan inmisericordemente al otrora Nilo dominicano, aorta agropecuaria del valle del Cibao.

En estos últimos menesteres, en el Día del Agua, el tres del presente mes, el presidente Fernández inició un programa de repoblación forestal con 30 millones de árboles a sembrar en áreas críticas de deforestación gravísimas.

El presidente Fernández, con el acopio de su experiencia gubernativa 1996-00, más la apreciación de los descomunales dislates incurridos por el mandante del gobierno anterior al presente, que destrozaron al país en todos los órdenes sin laudables ordenes, precisamente, retorna al poder con mayores luces, él que es un hombre de luces, conocedor del hilo conductual de la sindéresis, ausente en el anterior gobernante por completo.

Para normalizar el servicio eléctrico el presidente Fernández no ha incurrido en entregarse a la magia, sino formalizar acuerdos con los generadores a quienes ha pagado US$75 millones, concertado abonarle cada mes US$20 millones, y acordado con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el suministro estable de combustibles para trasegarlos a las generadoras de manera que no tengan la ausencia de éstos para apagar las plantas. El total de deudas que heredó del gobierno anterior fue de US$350 millones. Un desastre.

Para concretizar un proyecto social de envergadura como Comer Primero, el presidente ordenó primero los recursos, y luego la carnetización, para no incurrir de nuevo en el traumático caso PEME, y formalizarlo ahora en una versión criolla del walfare USA, que deberá aumentarse a RD$1,000 mensual por tarjeta en la medida de las disponibilidades financieras del gobierno. Más, aportar los recursos al INESPRE para los mercados de productores.

La normalización del dólar frente al peso dominicano es cuestión primero de confianza, que la sociedad dominicana toda tiene depositada a plenitud en el joven gobernante, y conseguir normalizar el flujo de recursos que ingresan del exterior y que el presidente conoce, más incorporar sector nuevos de generación de divisas, es decir, exportaciones.

En lo atinente a la ola delincuencial y criminal, instruir a los mandos policiales y militarea la drasticidad que las circunstancias exigen para devolver la tranquilidad a la sociedad dominicana, limpiando de cuajo lo podrido de la Policía y aportándole los recursos financieros y humanos que requiere para su modernización y efectividad y en lo forestal, lo ya expresado.