Para las futuras mamás alérgicas, la gestación puede crearles algunos problemas. Más que nada, porque la mayoría de los medicamentos no son recomendables durante el embarazo.

Esto es algo desagradable para muchas, ya que se estima que un tercio de las mujeres en estado de gravidez sufre de alergias.

Pero no todo son malas noticias. Existen varias opciones, como la de evitar las causas de tu alergia.

Por ejemplo, si eres alérgica al ácaro del polvo, forra con plástico tu colchón y tus almohadas.

Además, lava tus sábanas con agua hirviendo una vez a la semana y evita pasar la aspiradora (pídele a tu pareja o a otra persona que lo haga por ti).

Si no te queda otra alternativa y debes sacudir el polvo de tu hogar, ponte una mascarilla o un pañuelo para proteger tu nariz de los irritantes.

Si el culpable de tus estornudos es el polen, evita salir a la calle, especialmente en la mañana o al atardecer.

Apenas regreses a tu casa, cámbiate de ropa, ya que es común que el polen se haya adherido a ella.

Por otra parte, consulta con tu médico cuales medicamentos puedes tomar, en caso de que tu alergia sea severa.

Existen descongestionantes nasales en aerosol que contienen cromolyn que son considerados seguros.

También puedes tomar medicamentos que contengan clorfeniramina.

Sin embargo, no te arriesgues innecesariamente y siempre consulta con un especialista antes de tomar un medicamento.

Y recuerda: durante el primer trimestre tu bebé está especialmente vulnerable, así que evita todos los remedios a menos de que sean médicamente indispensables, inclusive los té de hojas naturales, pues algunos de estos pueden relajar tu útero y causar daños al bebé.

Importante

Remedios naturales

Muchas embarazadas piensan que tomar “remedios naturales” les vendrá bien ante una alergia o una gripe, sin embargo la alta concentración de algunos de estos ingredientes pueden ser tóxicos tanto para la madre como para el futuro bebé, por ello es recomendable que todo lo que piense ingerir sea consultado primero con su médico, para evitar inconvenientes que pudieran haberse prevenido.