Lo más aconsejable a la hora de comprar juguetes para tus hijos, especialmente si estos son menores de dos años, es que los mismos sean de buen tamaño, que no tengan piezas desprendibles, con las que accidentalmente puedan atragantarse o lastimarse.

En la medida de lo posible asegúrate que el juguete tenga especificado la edad que deberían tener los niños que deben utilizarlo y sobre todo que los materiales con los que están confeccionados no sean tóxicos. Prueba pasando un paño humedo sobre las superficies pintadas y si mancha el mismo, descártalo, pues ese mismo efecto puede tenerlo cuando tu hijo haga contacto con su boquita. Si los juguetes que comprarás son para un bebé procura que los mismos sea lavables y resistentes a las caídas, ya que por la edad propia de los infantes, lo más seguro es que se caerá por doquier y será arrastrado o lanzado.

Lo más importante es que tu hijo se sienta feliz jugando, no pienses que los juguetes costosos logran este efecto, en realidad son los seguros y aquellos que simpaticen a tu pequeño o contribuyan con su aprendizaje los que serán ideales.