Tenaces en sus posiciones

Tenaces en sus posiciones

Por estar situados en la posición de juez y parte que asiste a los partidos políticos, cuyas actividades deberían ser reglamentadas bajo criterios razonablemente independientes y de firme pretensión de equidad, está trabada continuamente la función legislativa que satisfaga al país. Han pesado de modo rotundo las conveniencias de aquellos puestos a forjar leyes que han de aplicarse a la entidades que representan, ahora encerradas en actitudes unilaterales. Los históricos fundamentos del sistema democrático, trazados para que la separación de poderes obligue a conjugar voluntades y a tranzar posiciones disímiles para perfeccionar la forma de tomar decisiones, no parecen surtir efectos al menos para el ámbito electoral dominicano y algunos más de parecida trascendencia.

La muy frustratoria tardanza en ir adelante para reforzar en lo jurídico el entramado de comicios deviene de una empeñosa desconexión entre entes partidarios y representativos núcleos sociales, profesionales e institucionales que deben jugar su papel como expresión de la colectividad. Se ha pretendido legislar sin acogerse a puntos de vista que contribuyan a un resultado democrático por basarse en los criterios de la propia Junta Central Electoral y la contribución de entidades que tercian con responsabilidad y calidad jurídica y política, pero apartadas del sectarismo partidario que ha llegado a extremos retardatarios.

El mensaje de la basura flotante

Sepa el mar Caribe que muchos de los pobladores y las autoridades situados en su cercanía muestran con el vertido de desechos no degradables que le llegan, que en esta mega vecindad todavía no han descubierto la pólvora. Es decir: no han dado pie con bola contra un problema propio de los comienzos de los procesos urbanizadores modernos y que jamás aparecería entre los tormentos de otros países de mediano desarrollo.

Se necesita que sea demasiado numerosa la gente desconocedora de la urgencia de cuidar el ambiente para que ocurra la barbaridad de alfombrar con amplitud un litoral a base de basura dañina como acaba de suceder en Santo Domingo por ausencia, además, de estructuras y políticas de organismos que enfrenten en su origen y causa los efectos de la falta de civismo.

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