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POR ROSARIO tIFA
Esta temporada de fin de año ha sido definida como lujosa, donde prendedores, collares y aretes largos se han convertido en el punto focal del vestuario ideal para asistir a las fiestas. El prendedor, particularmente, ha adquirido una mayor relevancia en esta temporada, por su capacidad de realzar cualquier pieza de vestir.
De acuerdo al diseñador de joyas Ricardo Molast, hay una tendencia al lujo en los accesorios que complementan el vestuario este año, por lo que resulta muy importante hacer una selección acertada de los materiales y las formas de las piezas.
Los collares también tienen un gran protagonismo y se llevan largos, con una o varias vueltas. Las gargantillas pegadas al cuello también están de última.
Esas piezas son trabajadas en combinaciones de perlas, piedras y cristales, todas montadas en oro y plata.
Los aretes largos continúan llevándose, especialmente los estilos chandelier en forma de cascada, de lluvia.
El rosado, verde y sus degradaciones son las tonalidades, que a juicio del diseñador, están causando mayor furor, así como los tierras y otros neutros que han identificado la presente temporada otoño invierno.
Molast dice que se están usando desde Baby Blue hasta el fucsia en cuanto al rosado, y pronosticó que esos serán los colores continuarán en la temporada primavera verano 2005.
Las carteras también están incluidas en este festival de lujo, trabajadas en finos bordados, pedrerías, plumas, cristales de swarovski y lentejuelas.
Entre los materiales utilizados en la fabricación de esos accesorios se encuentran: cristales de roca, swarovski, oro, perlas y como una novedad, cristal revestido en pan de oro, 24 kilate, y revestido de plata 9.25, lo último según Molast en materia de joyería.
Ricardo aconseja el mayor uso de brillo en estas fiestas de fin de año, realzando los trajes con piezas ricas en materiales como forma de «olvidar aquellos momentos tristes y de incertidumbre».
«Debemos llenarnos de luz, enriquecernos espiritual y físicamente para recibir el próximo año con el mayor optimismo posible, pidiendo sobretodo al Todopoderoso que nos dé un año de luz y esperanza».
