De las profundidades del mar, el azul resurge en su paleta cromática para permitirnos vestirlo tanto en su versión más llamativa como la más sobria.

Tras una primavera-verano de tonalidades ligeras, el azul adquiere intensidad y fuerza para cubrir el otoño-invierno de este año.

Del claro al oscuro, con brillos o mate, liso o brocado, convencional o metalizado, este color tiñe tanto tejidos delicados como deportivos para acompañarte de día y de noche.

Muchos han sido los diseñadores que se han apuntado al color de la próxima temporada, y lo hacen derrochando ingenio.

Los jóvenes reinventan el estilismo del kimono

Tokio, EFE.- Los convencionalismos y formalidades a la hora de vestir el kimono no amedrentan a los jóvenes japoneses, que cada vez con más frecuencia reinventan su estilismo vistiendo el traje tradicional nipón acompañado de accesorios occidentales.

Verlos combinando esta indumentaria con elementos contemporáneos de la moda como bolsos, deportivas o sombreros es cada vez más habitual y aunque esta práctica hace tiempo habría resultado impactante, ahora está cobrando fuerza entre las nuevas generaciones.

Las tiendas de Harajuku, el barrio más “fashion” y uno de los más extravagantes de Tokio, han tomado buena nota de lo que demanda este nuevo cliente, que recorre sus calles en busca de un nuevo elemento con el que personalizar su kimono.

Sustituir el tradicional “obijime” para sujetar el “obi” (fajín) por un lazo o utilizar el kimono sobre una parka (chaqueta con capucha) ya no parecen ideas inapropiadas; los grandes almacenes han visto el filón en este cambio de tendencia y proponen nuevas maneras de vestir el kimono.

Abierta en octubre de 2013, Hanamusubi es una tienda que se ubica en los grandes almacenes Mitsukoshi, el establecimiento de Japón con más tradición en el negocio de los kimonos.

Allí ahora se ofrecen kimonos listos para vestir por 40 000 yenes (368 dólares o 286 euros), rompiendo con el concepto popular de que son caros. Además, venden broches hechos con “washi” (papel japonés) y otros abalorios para adornar el kimono, un gesto considerado tradicionalmente un tabú. Esta idea responde al deseo de introducir una nueva cultura del kimono a la vez que se preservan sus encantos tradicionales.