Desde su llegada al Gobierno ha sido una estrategia constante del presidente Danilo Medina y sus funcionarios, hacer mutis ante asuntos que les compete responder.
Lo propio viene ocurriendo con el movimiento Marcha Verde, el Gobierno viene apostando a que se diluya, no obstante, el movimiento se fortalece más en su lucha por el fin de la corrupción y la impunidad en la República Dominicana.
La demostración ofrecida por las manifestaciones del pasado domingo 16 de julio, tiene que poner a pensar al presidente Medina de que es hora de encarar con más seriedad los reclamos del movimiento Marcha Verde.
Es peligroso, entendemos nosotros, querer obviar o hacer caso omiso, al sentir de cientos de miles de personas que se vienen manifestando por hacer que los gobernantes de turno den un giro hacia la legalidad y la transparencia en el manejo de la cosa pública.
Y además que es peligroso, ya que en un momento dado, los manifestantes de la Marcha Verde podrían sus dirigentes perder el control de las protestas, hasta ahora pacíficas, sin embargo, podrían tomar otro rumbo y desbordarse las pasiones. Y ni el Ejército entero podrá contener a los manifestantes, ante el desprecio de las autoridades.
Toca al presidente Danilo Medina dar respuestas claras y precisas que satisfagan el sentir del pueblo, ahora, porque después podría ser muy tarde.
Las advertencias han sido hechas, pero las gentes del Gobierno, empecinados y en su borrachera de poder, los ignoran y no hacer caso a los mensajes que envían las masas que se vienen manifestando desde hace unos seis meses, cuando el 22 de enero de este año se dio la primara manifestación en la capital. De todas formas, esperemos a ver las decisiones de las autoridades.